La huella de la endonucleasa indica un origen sintético del SARS-CoV-2 | bioRxiv [ENG]
Para prevenir futuras pandemias es importante que entendamos si el SARS-CoV-2 pasó directamente de los animales a las personas, o indirectamente en un accidente de laboratorio. El genoma del SARS-COV-2 contiene un patrón peculiar de sitios de reconocimiento de endonucleasas de restricción únicas que permiten el desensamblaje y reensamblaje eficiente del genoma viral característico de los virus sintéticos. Aquí informamos de la probabilidad de observar dicho patrón en coronavirus sin antecedentes de bioingeniería. Encontramos que el SARS-CoV-2 es una anomalía, más probablemente un producto del ensamblaje del genoma sintético que de la evolución natural. El mapa de restricción del SARS-CoV-2 es consistente con muchos genomas sintéticos de coronavirus previamente reportados, cumple con todos los criterios requeridos para un sistema genético inverso eficiente, difiere de sus parientes más cercanos por una tasa significativamente más alta de mutaciones sinónimas en estos sitios de reconocimiento de aspecto sintético, y tiene una huella digital sintética que es poco probable que haya evolucionado a partir de sus parientes cercanos. Informamos de una alta probabilidad de que el SARS-CoV-2 pueda haberse originado como un clon infeccioso ensamblado in vitro.
Resumen de la puesta en marcha.
Para construir variantes sintéticas de coronavirus naturales en el laboratorio, los investigadores suelen utilizar un método llamado ensamblaje del genoma in vitro. Este método utiliza unas enzimas especiales denominadas enzimas de restricción para generar bloques de construcción de ADN que luego se pueden "coser" en el orden correcto del genoma viral. Para crear un virus en el laboratorio, los investigadores suelen modificar el genoma viral para añadir y eliminar sitios de unión, llamados sitios de restricción. Las formas en que los investigadores modifican estos sitios pueden servir como huellas dactilares del ensamblaje del genoma in vitro.
Descubrimos que el SARS-CoV tiene la huella dactilar de sitios de restricción típica de los virus sintéticos. La huella dactilar sintética del SARS-CoV-2 es anómala en los coronavirus salvajes, y común en los virus ensamblados en laboratorio. El tipo de mutaciones (mutaciones sinónimas o silenciosas) que diferencian los sitios de restricción en el SARS-CoV-2 son características de la ingeniería, y es muy poco probable que la concentración de estas mutaciones silenciosas en los sitios de restricción haya surgido por evolución aleatoria. Tanto la huella dactilar de los sitios de restricción como el patrón de mutaciones que los generan son extremadamente improbables en los coronavirus salvajes y casi universales en los virus sintéticos. Nuestros hallazgos sugieren claramente un origen sintético del SARS-CoV2.