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L'Affaire Dreyfus (I): Introducción y descubrimiento del caso

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Recientemente he visto la película “El Oficial y el Espía”, que presenta el “Affaire Dreyfus” desde el punto de vista de Georges M. Picquart, uno de los más importantes actores del hecho; y me ha parecido interesante escribir algo sobre este asunto, uno de los más decisivos en la historia contemporánea de Francia y del Mundo Occidental.

En 1894 Francia vivía entre el odio y resquemor tras la derrota contra los prusianos de 1870 y, en el interior, un enfrentamiento entre la Derecha (monárquica, antisemita, partidaria de la unión Iglesia – Estado) y la Izquierda (republicana, laica). Por si fuera poco, en los años anteriores varios escándalos agitaron la opinión pública y los medios políticos del país.1

En este ambiente enrarecido, el Servicio de Estadísticas Militares (una cobertura para disimular el Contraespionaje) recibió, sobre el 27 de Septiembre, a través de una agente que trabajaba en la Embajada alemana en París, un documento comprometedor.2

Se trataba de un escrito en papel cebolla, roto en seis pedazos; sin encabezar (pero se había dirigido al agregado militar alemán, Max von Schwartzkoppen) ni firmar. Alguien (se supone que un traidor que facilitaba secretos a los alemanes, y que mostraba cierta asiduidad en el trato, pues decía “sin novedades que indiquen que queráis verme”) le informaba de cinco datos que pudieran serle de interés. Este documento fue conocido en adelante como “Le Bordereau” – El Informe-.3 La imagen que acompaña es una fotografía de 1894, pues el original desaparecó en 1940

Le Bordereau” fue reconstruido por el Jefe Adjunto del Servicio de Estadística, comandante Hubert-Joseph Henry que, en la práctica, era el que mandaba en el servicio. El verdadero Director, Jean Sandherr, confiaba en él absolutamente y ya mostraba los síntomas de sífilis terciaria que le llevaron a la muerte en 1897. Se decidió advertir al Ministro de Defensa, Auguste Mercier, de que había un “topo” que pasaba información a Alemania; y el ministro decidió llevar a cabo una investigación en secreto.

Tan en secreto que se limitó a los miembros del Servicio de Estadística y algunos "de confianza" del Estado Mayor -de donde parecía venir la filtración- pues sólo ellos manejaban estos documentos. Arbitrariamente se decidió que la filtración sólo podía venir de un miembro fijo del Estado Mayor (idea rechazada absolutamente por el propio servicio) o de uno de los oficiales - y artillero- que se formaban haciendo prácticas en sus distintos Departamentos.4

Una vez reducida la sospecha a los oficiales artilleros que habían rotado por el Estado Mayor en 1984, se examinaron los expedientes de los sospechosos, una media docena. Entre ellos, el culpable perfecto, Alfred Dreyfus (“ese judío”, se dijo muchas veces posteriormente) destacaba.5. Una de las personas que estudiaban los expedientes, Henri d’Aboville, un tarugo sin ningún conocimiento de Grafología, fue el primero que creyó reconocer la letra de Dreyfus en el “Bordereau”.

Nos encontramos aún a principios de Octubre de 1894; pocos días después del hallazgo del “Bordereau” y, pese a las sospechas sobre Dreyfus, nadie quiere tomar la decisión de acusarle.6 Deciden consultar con el comandante Armand du Paty de Clam: otro listillo que, a pesar de no tener tampoco ninguna formación en criminología, gustaba de presentarse en medios militares como aficionado experto en grafología y deducción policíaca.

El 5 de Octubre, Du Paty de Clam asumió, con toda seguridad, la identidad entre la caligrafía del “Bordereau” y la de Dreyfus; y, por lo tanto, confirmado –para él- el culpable, se ofreció a montar una trampa para confundir y lograr la confesión de Dreyfus,7 que por entonces vivía tan feliz con su mujer e hijos.

Por su lado, el Ministro de Defensa Mercier había consultado al experto en escrituras (y falsificaciones) del Banco de Francia, Alfred Gobert, que se manifestó contra la similitud de ambas escrituras.

Obviamente, Mercier, y quienes creían ya en la culpabilidad de Dreyfus, no estaban de acuerdo, y consultaron con otros expertos que les diesen la razón. El más famoso fue Alphonse Bertillon, entonces en la cúspide de su carrera.8 Aunque primero se manifestó de acuerdo con Gobert, luego se plegó a la presión de los militares, aceptando que, si todos lo aseguraban, seguramente Dreyfus era culpable…

Finalmente, Mercier (que buscaba un culpable rápido para combatir su constante bajada de popularidad) autorizó que Du Paty de Claim montase un numerito para sorprender a Dreyfus y lograr su confesión.

El 15 de Octubre, Dreyfus es citado “en ropa de paisano” en el Ministerio de la Guerra. No tiene ni idea de la que le espera...

comentarios (5)
  1. Rob_Ben_Gebler
    0.- Alfred Dreyfus, en la imagen

    1.- Entre otros:

    - El “Boulangismo”: Georges Boulanger, ministro de Guerra en 1886, practicó una política demagógica: atrajo a gran parte de la izquierda con medidas populistas, y gran parte de la derecha con revanchismo antialemán; y a punto estuvo de dar un Golpe de Estado y acabar con la III República en 1889;

    - El “Escándalo de Panamá” consistió en un asunto de corrupción, que arruinó a muchos pequeños inversores que habían suscrito bonos en la Compañía del Canal de Panamá, e indignó al país cuando se supo que parte del dinero había sido desviado por políticos y prohombres franceses para sobornar a periodistas y a otros políticos.

    - El anarquismo y la “propaganda por los hechos” que defendían por entonces, justificando los magnicidios; como, por ejemplo, el español Cánovas, el presidente de los EEUU , McKinnley, la emperatriz Sissi y, en Francia, el Presidente de la República Sadi-Carnot. Como respuesta, se publicaron las “Leyes de Represión del Anarquismo” que, si bien disminuyeron el número de atentados, ahondaron la división de la sociedad francesa entre las derechas -que pedían unas leyes aún más duras y su aplicación radical- y las izquierdas que, con razón, las llamaron “Leyes Perversas” por sus excesos contra inocentes y la represión de los humildes.

    2.- Y ni sueñen con espías macizas, bolígrafos-pistola o coches Aston Martin: se trataba de la mujer de la limpieza de la Embajada, Marie Bastien, 40 años, que había sido reclutada por el comandante Hubert-Joseph Henry para que informase sobre las visitas que recibían los alemanes y, sobre todo, para que recuperase el contenido de las papeleras y se lo entregase en un sobre (cada 7-15 días) al propio comandante Henry, en la iglesia de Sainte Clotilde o en Saint François-Xavier.

    3.- Dada la importancia de “Le Bordereau” transcribo el contenido:

    Sin noticias que indiquen que desea verme, le envío, sin embargo, información interesante.

    A) Una nota sobre el freno hidráulico de 120 y la forma en que ha respondido.

    B) Una nota sobre las tropas de reserva (Las modificaciones serán hechas según el nuevo plan).

    C) Una nota sobre una modificación de las formaciones de artillería

    D) Una nota relacionada con Madagascar.

    E) El borrador del manual de tiro de artillería de campo (14 de marzo de 1894).

    Este último documento es extremadamente difícil de obtener y solo…



    media
    3    k 72
  2. Rob_Ben_Gebler
    0.- Alphonse Bertillon, en la imagen. . O "Ver Pillon" ("Pillo Gusano") como le apodaron los partidarios de Dreyfus.

    6.- Sobre todo porque son conscientes de la nula base de la Acusación: un documento que nunca ha sido examinado por un experto en escrituras; unos cuantos rumores y, sobre todo, que “es judío”.

    7.- “El Reconocimiento” (“Les Aveux”) era considerado en Francia la mejor prueba posible para demostrar la culpabilidad del acusado, puesto que la Dactiloscopia y otras pruebas no estaban aún disponibles, y los testigos se mostraban con frecuencia poco fiables y fácilmente sobornables.

    8.- Alphonse Bertillon expuso, en 1882, una técnica de reconocimiento de los criminales basada en la Antropometría: recogía medidas del cuerpo humano, tatuajes, marcas de nacimiento, etc. Su método permitió capturar a muchos criminales en el París de finales del siglo XIX. Sin embargo, Bertillon era excesivamente presuntuoso, consideraba su método infalible, y además se postuló como experto en materias (como la grafología) donde no lo era. Las novelas de Sherlock Holmes contribuyeron a su popularidad, citándole en dos relatos, y se extendió la especie de que había introducido la Dactiloscopia (identificación por las huellas dactilares) en Francia, cuando esta técnica se debe a Sir Francis Galton y Juan Vucetic; y Bertillon, celoso, rechazó y despreció sus posibilidades.,

    media
    3    k 72
  3. Rob_Ben_Gebler
    #3 Son varios episodios, porque es uno de los casos más enrevesados de la política/justicia europea en la Era Contemporánea. Y sus repercusiones fueron extraordinarias, incluso afectando a la creación de Israel.

    Añado un mítico chiste sobre la repercusión del caso:

    Sobre todo, no hablemos del Caso Dreyfus!...
    ... Y Hablaron!

    media
    3    k 72
  4. macarty
    Esta promete. El escandalo Dreyfus y la demagogia al respecto es uno de los casos claros de buscar una cabeza de turco a un problema que no existía (bueno, sí, el Escándalo de Panamá, pero es otra historia). Es lo más parecido al Brexit que he visto en la historia moderna xD
    2    k 55
  5. macarty
    #4 juas, igual que en el brexit xD
    1    k 40
comentarios cerrados
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