#27 Respirando hondo y tomando tres pastillas de Diazepan diarios para que la impotencia no te arrastre para cometer una barbaridad. Mi vida da para una trilogía y el epílogo: hasta que me casé, durante mis 8 años de matrimonio, después de dejar al cabrón de mi marido y el momento presente, que habiendo trabajado todo la vida vivo en una casa de mierda, nunca mejor dicho (una vecina encontró a dos durmiendo en el portal y se ve que, a uno de ellos, en un apretón, dejó el "polvorón" en una esquina) la pobre volvió a su casa a toda prisa y ese día el niño no fue al colegio, o subir a tender la ropa y ver un colchón en el rellano de arriba ante la puerta de la azotea y un tío durmiendo tan tranquilo, pasando por tener que escuchar a las tres de la madrugada a una drogadicta aporreando una puerta y gritándole a voz en cuello al gitano viejo que vivía entonces "¡Abre la puerta cabrón o no te la volveré a chupar!". Así que luego cuando lees que hay 4 millones de pisos vacíos pero no te da para pagar un alquiler, porque están por las nubes, te preguntas a donde coño estamos llegando.