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Las escuelas NAPOLA y la Educación en Perspectiva de Género ¿no aprendemos nada?

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El 20 de Abril de 1933 1 el Ministro de Educación del III Reich, Bernhardt Rust, fundó tres internados de enseñanza secundaria, llamadas Nationalpolitische Erziehungsanstalt (Escuela Política Nacional) o, por siglas, NAPOLA. Se diseñaron para formar a los futuros dirigentes del III Reich, y debe comprenderse que el acceso a dichas escuelas, muy disputado, no se basaba en la riqueza o posición social del aspirante, sino en su capacidad y fidelidad a los principios nacionalsocialistas. Es decir, eran mucho más “democráticas” que las viejas escuelas anteriores.2

En 1938 ya existían 16 NAPOLA y, en total, se crearon 38 masculinas (y 3 femeninas), la última en Julio de 1944. La selección de aspirantes incluía, por supuesto, criterios raciales rigurosos, examen médico exhaustivo y, sobre todo, pruebas de su “carácter”; que consistían, sobre todo, en competiciones físicas en las que debían mostrar “coraje y agresividad”. No se hacía un examen especial para determinar su capacidad intelectual, pero los que presentaban “debilidad mental” ni se presentaban, o eran rápidamente apartados.

El Ministerio de Educación insistió en enseñar las materias curriculares tradicionales (Ciencias, Letras…) pero Hitler decretó que la Educación Política debía quedar en manos del Partido3 y ser prioritaria. Por lo tanto, las NAPOLA pasaron a ser dirigidas por oficiales de las SS y SA de nula experiencia educativa. Paulatinamente, los pocos expertos en Educación fueron arrinconados, y en 1935 las SS tomaron la dirección absoluta de las NAPOLA.

Sin embargo, para el Partido y las SS las NAPOLA aún no eran lo suficientemente ideologizadas y, en 1937, Baldur von Schirach y Robert Ley4 anunciaron la creación (cómo no, el 20 de Abril) de las “Escuelas Adolf Hitler”, controladas absolutamente y desde el principio por las SS y el Partido, sin “interferencias” del Ministerio de Educación ni los profesores. Se priorizó aún más la formación política y las exigencias físicas.5

Para 1938 se hizo evidente que los alumnos de las “Escuelas Adolf Hitler” tenían grandes carencias intelectuales (muchos eran incapaces incluso de comprender la formación política impartida) y por otro lado sus profesores tampoco tenían habilidades educativas. Por consiguiente, se añadieron disciplinas “clásicas” (Ciencias, Humanidades, etc) y se montaron cursos obligatorios para el profesorado.6

La cúspide de quienes deberían ser las élites nacionalsocialistas debían ser formados en los OrdensBurger (Castillos de la Orden). Sólo ingresaban en ellos los graduados de las “Escuelas Adolf Hitler” aunque, antes de ser admitidos, tenían que pasar por cursos de formación profesional o estudios universitarios y demostrar su solidez personal e ideológica. Se construyeron tres castillos: Falkenburg, Vogelsang, y Sonthofen, y los alumnos pasaban un año en cada uno.7

Pese a toda la implicación del régimen con este “sistema de élite” –o quizás por ello- su nivel educativo bajó cada vez más, obteniendo resultados académicos por debajo de los colegios tradicionales alemanes, y no digamos de la educación anterior al III Reich. Los propios jerarcas nazis –Rust, Goebbles, o cualquiera que no estuviese muy fanatizado- era consciente de ello.8

Además, dado que las actividades de adoctrinamiento eran prioritarias, cualquier mozalbete de las “Juventudes” podía suspender una clase o administrar un rapapolvo a un maestro delante de los alumnos; lo cual, obviamente hizo del profesorado un trabajo poco deseado, disminuyó el número de docentes preparados, y aumentaron las ratios.

Tampoco el mundo de la Universidad y la Cultura fue mejor: el III Reich consideró “degenerada” cualquier manifestación de arte moderno (jazz, cubismo, música atonal, cualquier obra de judíos) y desviada cualquier inclinación científica o humanística de judíos o marxistas.9

¿Para qué seguir? El saber de Alemania se iba hundiendo poco a poco en una especie de Edad Media cultural, y sabe Dios dónde hubiese ido a parar sin la guerra.

Esta TRIBUNA está inspirada por las pretensiones del Gobierno actual de España de dar prioridad a la "Educación en Perspectiva de Género" sobre otras materias: parecen creer que unos discípulos "preparados" en temas de Igualdad y Diversidad serán más sensatos, tranquilos, y receptivos a Ciencias o Humanidades; aprenderán a dominar sus emociones correctamente, y tendrán mejores resultados.

La Historia nos enseña lo contrario: aprender Ciencias y Humanidades te hace mejor persona, con sentido crítico y respeto a los demás; el adoctrinamiento produce, sencillamente, ZOQUETES INTOLERANTES.10

comentarios (2)
  1. Rob_Ben_Gebler
    1.- La fecha no era casual: era el 44º cumpleaños de Hitler. Conscientemente se buscó también una inspiración en las Academias de Cadetes prusianas (prohibidas por el Tratado de Versalles) lo que agradó al Presidente Hindenburg y los círculos monárquicos y militaristas alemanes, muy fuertes en 1933.

    2.- En principio, el hijo de un obrero tenía las mismas posibilidades de entrar en ellas que el de un conde; incluso hijos de antiguos comunistas ingresaron en ellas. Obviamente, como todo sistema humano, y más en una dictadura, el sistema de admisión se corrompió, y los sobornos y “enchufismos” alteraron bastante el sistema de selección; no en el sentido de que ingresaran aristócratas (a los que, en general, repelía el gobierno nazi, y en particular un sistema educativo donde sus hijos se mezclaban con los de la plebe) sino que se admitió a chicos sin talento debido a recomendaciones de personas influyentes del sistema nazi.

    3.- Y no en manos de profesores profesionales, ni funcionarios de Educación. Obviamente, eso hizo que pocos buenos profesores se sintieran atraídos por estos puestos. Y menos cuando cualquier alumno podía enfrentarte si te consideraba "desafecto".

    4.- Respectivamente Líder de las Juventudes NacionalSocialistas y Ministro de Trabajo. Mientras que las NAPOLA se plantearon para surtir de cuadros directivos al III Reich, la intención de las “Escuelas Adolf Hitler” era que NINGÚN cuadro de la Alemania Nazi careciera del adoctrinamiento en estas Escuelas.

    5.- No había exámenes, sino las llamadas “Semanas de Logros”, durante las cuales los internos competían entre ellos en pruebas físicas.

    6.- Aún así, el fracaso fue evidente. En 1938 sólo había unos 600 estudiantes en estas escuelas, por quizá 5000 en las NAPOLA. Existía otro sistema de internados más pequeño, fundada por las SA de Erich Röhm en Feldafing. Paradójicamente, tras la Matanza de “la Noche de los Cuchillos Largos”, al ser absorbida por la Oficina del Partido de Rudolf Hess y Martin Bormann como la “Escuela del Reich” y librarse de las SS, fue la escuela preferida de los mandos del Partido para sus hijos y vino a ser la institución con profesorado más profesional y mejores resultados de todo el sistema de escuelas de élite nacionalsocialistas; aunque ni siquiera ella se acercara a los estándares de las antiguas instituciones educativas de Alemania. En total, quizás 6000 estudiantes en todas las escuelas de élite,…
    4    k 92
  2. Cyberloaf
    #1 Los follacabras están encantados con el modelo educativo de Vox.
    0    k 20
comentarios cerrados
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