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Sin piernas ni brazos, una bacteria no doblegó a Davide y Cecilia: «El amor no se mide en extremidades»

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El camino sanador que tuvo que afrontar este italiano no sería el mismo sin el amor incondicional de la joven murciana, Cecilia Cano, que se convirtió en el bastón cuando la adversidad cruzó por azar sus vidas. Ella, pese a las turbulencias, no dejó de estar a su lado.

comentarios (4)
  1. inconformistadesdeel67
    ¡Menuda historia!
    1    k 40
  2. --1305--
    Afortunadamente no las ha perdido todas.
    2    k 59
  3. macarty
    #2 la importante sigue intacta. Bueno, según lo que se considere "intacto".
    2    k 60
  4. function
    #4 function
     *
    #2 #3 Ah, claro, que resulta que el muchacho tenía tres brazos y el tercero era con el que más controlaba, ¿no?
    1    k 40
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