#12 Claro, creo que todos entendemos que no pagan diez veces más de lo que costaría el avión a París porque les guste arriesgarse a morir en el mar.
Las mafias (y las ONG...) están forrándose a cuenta de varios hechos relacionados:
- No se les da opción de venir legalmente.
- No se les impide venir ilegalmente: y el que llega ilegalmente casi siempre termina quedándose (llegan como un torrente y se les expulsa con cuentagotas).
- Creen que van a vivir en Europa mejor que en su país: y no saben que normalmente es falso.
Decía Ravenstein (un demógrafo que estudió las migraciones) que los factores de atracción (el deseo de mejorar) tienen más peso en las migraciones que los factores de expulsión (guerras, miseria...). Creo que tenía razón.
La gente que viene no es la que lo está pasando mal: es la que puede permitirse venir. A su manera, son emprendedores. El que endeuda a la familia para mandar a sus tres hijos a Europa no lo hace porque estén pasando calamidades, lo hace porque puede hacerlo y con la intención de que esos tres manden dinero de vuelta y enriquezcan a la familia.
Conseguir que esa gente comprendiera que aquí no se atan los perros con longanizas y que económicamente no les merece la pena venir en esas condiciones salvaría vidas; pero es imposible hacer eso si en Europa nos creemos la película de Disney de los pobrecitos que vienen porque tienen hambre.
#20 La familia se endeuda para que tú vayas a Europa, tu primo cuenta que a él le va genial, y tú vas a volver con el rabo entre las piernas porque los garbanzos están duros. Ya.
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Las mafias (y las ONG...) están forrándose a cuenta de varios hechos relacionados:
- No se les da opción de venir legalmente.
- No se les impide venir ilegalmente: y el que llega ilegalmente casi siempre termina quedándose (llegan como un torrente y se les expulsa con cuentagotas).
- Creen que van a vivir en Europa mejor que en su país: y no saben que normalmente es falso.
Decía Ravenstein (un demógrafo que estudió las migraciones) que los factores de atracción (el deseo de mejorar) tienen más peso en las migraciones que los factores de expulsión (guerras, miseria...). Creo que tenía razón.
La gente que viene no es la que lo está pasando mal: es la que puede permitirse venir. A su manera, son emprendedores. El que endeuda a la familia para mandar a sus tres hijos a Europa no lo hace porque estén pasando calamidades, lo hace porque puede hacerlo y con la intención de que esos tres manden dinero de vuelta y enriquezcan a la familia.
Conseguir que esa gente comprendiera que aquí no se atan los perros con longanizas y que económicamente no les merece la pena venir en esas condiciones salvaría vidas; pero es imposible hacer eso si en Europa nos creemos la película de Disney de los pobrecitos que vienen porque tienen hambre.