Miembros individuales de las fuerzas de seguridad de Israel están avisando a activistas de extrema derecha y colonos sobre la ubicación de camiones de ayuda que transportan suministro vitales a Gaza, lo que permite a los grupos bloquear y destrozar los convoyes, según multiples fuentes,
e insultar públicamente al dictador y a su mujer sin que nadie le detenga. Esta semana, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha protagonizado un gesto heroico e histórico. El mandatario argentino ha visitado España en plena dictadura y ha logrado reunirse con la resistencia en un acto multitudinario, donde puso en riesgo su integridad insultando públicamente al dictador y a su mujer sin que nadie lo detuviera.
Criticar a Israel por la ocupación de territorios o por los ataques a la población de Palestina no es ni antisemitismo ni un delito de odio. Así lo ha establecido el Tribunal Supremo al rechazar varias denuncias y querellas interpuestas conta Ione Belarra, líder de Podemos, por acusar a Israel de ejercer “políticas de apartheid” frente a Palestina. Los jueces explican que estas opiniones “no pueden ser calificadas de antisemitas”, como en algunas ocasiones también ha acusado el PP, ni tampoco de delito de odio:
Hoy, en Occidente, la indigencia más codiciada por los ricos sin escrúpulos es la indigencia mental, pero el sistema de explotación es el mismo. Dame tu dinero y te enseñaré a ser fucking millonario como yo, bro. Vótame y prometo cerrar el ambulatorio de tu barrio, un gasto innecesario en impuestos. El día que enfermes siempre podrás pagar el seguro de salud privado de mis amigos. Y los indigentes mentales le dan su dinero al rico. Los indigentes mentales votan a quien los desahucia.
Sorprendente grabación que muestra la gran inteligencia de estos animales. Ese día, el pulpo extendió su brazo y tomó mi mano, dirigiéndose en una dirección por la que yo normalmente no iría. Cuando se alejó, se detuvo y se dio la vuelta únicamente para asegurarse de que todavía lo seguía. La sorpresa de Jules Casey fue mayúscula cuando vio que el pulpo la llevaba hasta un lugar donde se encontraban una serie de objetos sorprendentes. Entre ellos, una pequeña lápida de piedra en la que había la foto de un hombre sosteniendo un perrito.