Un estudio dirigido por la astrobióloga occidental Catherine Neish muestra que el océano subterráneo de Titán -la luna más grande de Saturno- es muy probablemente un entorno no habitable, lo que significa que cualquier esperanza de encontrar vida en el mundo helado está muerta en el agua.
Los científicos afirman que Marte sufrió un periodo de gran actividad geológica hace aproximadamente 3500 millones de años, siendo más extendido y vigoroso de lo que se afirmó en un principio por los astrónomos y que guardaría sorpresas. El estudio arroja la posibilidad de que los restos observados de esta actividad podrían ser el análogo más cercano en el planeta a los escenarios de origen hidrotermal de la vida propuestos para la Tierra.
Los astrónomos descubrieron una "supertierra", es decir, un mundo mayor que nuestro planeta, en órbita alrededor de una estrella situada a unos 137 años luz. Un segundo planeta, del tamaño de la Tierra, podría orbitar también alrededor de la misma estrella.
Un planeta extrasolar del tipo supertierra, denominado TOI-715 b y aproximadamente una vez y media más ancho que la Tierra, podría ser capaz de albergar vida: orbita dentro de la zona habitable de una enana roja, a escasa distancia de nuestro planeta. Además, podría estar acompañado de otro cuerpo planetario, con un tamaño casi idéntico al de la Tierra. Se trataría de uno de los sistemas de exoplanetas más prometedores para la vida que se han descubierto hasta hoy. El exoplaneta se encuentra a solo 137 años luz de distancia de la Tierra.
Los científicos han encontrado un océano en un lugar sorprendente, debajo de la superficie helada de Mimas, una de las lunas medias de Saturno. Mimas se suma así a la lista creciente de lunas glaciares que albergan océanos de agua líquida bajo su superficie. Este hallazgo es especialmente sorprendente debido a que Mimas, con sus 400 kilómetros de diámetro, presenta una geología que no delataba la presencia de un océano enterrado.
Ío, el mundo más volcánico del Sistema Solar, sigue sorprendiéndonos. La sonda Juno de la NASA sobrevoló el satélite galileano más interno el 3 de febrero de 2024. Este sobrevuelo, el PJ58 (PeriJove 58), ha permitido que la nave pasase a una distancia muy parecida a la del anterior, que tuvo lugar el 30 de diciembre, unos 1500 kilómetros. Y, al igual que en el PJ57, las imágenes son espectaculares.
Astrónomos que utilizan el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA han observado el exoplaneta más pequeño en cuya atmósfera se ha detectado vapor de agua. Con sólo aproximadamente dos veces el diámetro de la Tierra, el planeta GJ 9827d podría ser un ejemplo de posibles planetas con atmósferas ricas en agua en otros lugares de nuestra galaxia.
Quizás no lo hayas notado, pero la Luna se está alejando de nosotros. Sí, nuestro satélite, formado hace miles de millones de años por el impacto de un objeto -al que se llamó Tea- contra la Tierra, está cada año un poco más lejos de nosotros. En concreto, el radio de su órbita aumenta unos 3,78 cm por año.
Una nueva investigación de la Western University muestra que la corteza lunar primitiva, que constituye la superficie de la Luna, estaba considerablemente enriquecida en agua hace más de 4.000 millones de años.
El pasado 30 de diciembre la sonda Juno de la NASA hizo el sobrevuelo más cercano de Ío, la luna de Júpiter, en los últimos 20 años. Las imágenes sin procesar están ya disponibles. Pero con la resaca de fin de año parece que habrá que esperar un poco a las conclusiones posteriores al sobrevuelo.
Hay misiones espaciales tremendamente famosas e icónicas que son reconocidas fácilmente por el gran público, como los telescopios espaciales Hubble y James Webb. Luego hay otras misiones que no suelen captar tanta atención y que, sin embargo, han revolucionado nuestro conocimiento del Universo, como pueden ser los proyectos Planck o WMAP. Otra de esas misiones de bajo perfil mediático es Gaia, el observatorio astrométrico europeo que acaba de cumplir diez años en el espacio. Gaia fue lanzado el 19 de diciembre de 2013.