#1#2 Aquí se recupera todo dios menos los paganos de la "crisis". A ver si la gente empieza a darse cuenta que estamos viviendo un cambio de modelo totalmente ideologizado que, en la práctica, se basa, por un lado (macro), en la disolución de la soberanía estatal de los países miembros, en este caso, de la UE; y por otro (micro), en la rescisión del derecho al trabajo digno, y de los instrumentos de protesta y sindicación que son necesarios para que la ciudadanía pueda ser calificada como tal.
Vamos, que se ha limpiado el culo con todo aquello que pudo representar algo parecido a un contrato social, y con los principios en los que, en teoría, se fundamenta el continente europeo. Y han creado para ello a una monstruosa maquinaria de poder oligárquico a modo de dictadura fiscal que supedita el pago de una "deuda" a todo lo demás, y que es adverso e incompatible con la idea de democracia. Si antes los márgenes de maniobra eran muy reducidos, ahora son irrisorios.
#3 Y encima tienen todo el poder para manipular la opinión pública, porque la mayoría de los mortales son manipulados por los medios, con lo cual el poder de reacción es mínimo.
#4 Y por eso resulta tan irritante cuando dicen sus brazos mediáticos: "todo lo que queráis, pero luego la gente les vota".
Saben de buena tinta que, cuando la ciudadanía tiene el agua al cuello, apenas tiene tiempo para informarse, y no tienen más remedio que quedarse con los titulares. Y conocen bien el poder de la división. Entre izquierda y derecha, y luego entre la propia izquierda. Todo para que la población no se oponga de manera unánime contra las políticas indecentes que están y pretenden seguir aplicando.
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Vamos, que se ha limpiado el culo con todo aquello que pudo representar algo parecido a un contrato social, y con los principios en los que, en teoría, se fundamenta el continente europeo. Y han creado para ello a una monstruosa maquinaria de poder oligárquico a modo de dictadura fiscal que supedita el pago de una "deuda" a todo lo demás, y que es adverso e incompatible con la idea de democracia. Si antes los márgenes de maniobra eran muy reducidos, ahora son irrisorios.
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Saben de buena tinta que, cuando la ciudadanía tiene el agua al cuello, apenas tiene tiempo para informarse, y no tienen más remedio que quedarse con los titulares. Y conocen bien el poder de la división. Entre izquierda y derecha, y luego entre la propia izquierda. Todo para que la población no se oponga de manera unánime contra las políticas indecentes que están y pretenden seguir aplicando.