#3 el fijo discontinuo existe para cobrar el paro y no contar como parados, cosa que antes no se contabilizaba así. Según Yolanda en el congreso, 50.000 personas. Según el SEPE el triple y según Fedea más de 700.000. La ministra, poco o muy mucho, miente en el Congreso cuando da cuenta a los ciudadanos
#5 El fijo discontinuo se inventó hace décadas para dar soporte legal a una realidad laboral que demandaban empresas con actividad estacional. La contabilización de los fijos discontinuos no ha cambiado desde que se creó ese concepto. ¿Por qué lo sabemos? Porque nos leemos la ley, no importa tanto lo que digan políticos (ni siquiera la ministra) y esbirros mediáticos.
Este contrato existe para garantizar a los trabajadores que lo tienen el derecho prioritario a la reserva del puesto de trabajo cuando regresa la actividad; que pueden cobrar paro en las etapas en que no la hay y que tienen derecho a la indemnización por despido improcedente de un contrato indefinido.
No es tarea de la ministra dar trabajo a esos empleados, mucho menos hacer que sus empleadores tengan actividad cuando no la tienen. Siempre pueden buscarse otro trabajo.
Ocurre en España que durante esas mismas décadas, los empresaurios han abusado salvajemente de la contratación temporal en fraude, es decir, sin causa real de temporalidad. Además, ese abuso ha sido consentido por gobiernos, funcionarios, sindiacatos, patronales y los propios trabajadores, además de ocultado por la prensa. La mini reforma ha subido mucho el coste de la infracción, cuando no delito, y los empresaurios han corrido a hacer otros contratos, muchos fijos discontinuos, muchos otros simplemente indefinidos.
Los números sobre el empleo en España son como casi cualquier otro indicador, subjetivos todos y adaptados al interés de quien los publica, según los criterios que aplique. Sea Díaz, las patronales, las fundaciones ultraliberales, las comunistas, los sindiacatos o los tertulianos de bar.
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Este contrato existe para garantizar a los trabajadores que lo tienen el derecho prioritario a la reserva del puesto de trabajo cuando regresa la actividad; que pueden cobrar paro en las etapas en que no la hay y que tienen derecho a la indemnización por despido improcedente de un contrato indefinido.
No es tarea de la ministra dar trabajo a esos empleados, mucho menos hacer que sus empleadores tengan actividad cuando no la tienen. Siempre pueden buscarse otro trabajo.
Ocurre en España que durante esas mismas décadas, los empresaurios han abusado salvajemente de la contratación temporal en fraude, es decir, sin causa real de temporalidad. Además, ese abuso ha sido consentido por gobiernos, funcionarios, sindiacatos, patronales y los propios trabajadores, además de ocultado por la prensa. La mini reforma ha subido mucho el coste de la infracción, cuando no delito, y los empresaurios han corrido a hacer otros contratos, muchos fijos discontinuos, muchos otros simplemente indefinidos.
Los números sobre el empleo en España son como casi cualquier otro indicador, subjetivos todos y adaptados al interés de quien los publica, según los criterios que aplique. Sea Díaz, las patronales, las fundaciones ultraliberales, las comunistas, los sindiacatos o los tertulianos de bar.