#4 #7 #8 En los ochenta existían más editoriales, y más publicaciones de nicho que ahora ni soñamos. Pero ni de lejos había más libertad de expresión. Mi abuela apenas podía ejercerla porque prácticamente no sabía leer o escribir. Por supuesto se expresaba con el pescadero y mandaba una postal al año a la tia Pitita. Una postal al año para decirle las mismas cuatro cosas que le decía el año anterior... y el anterior... y el anterior... Pero no podía ejercer su libertad de expresión con toda la potencia de cualquier señora de mediana edad de hoy en día, simplemente no tenía poder, ni capacidad, ni medios propios. Ahora cualquier mindundi alfabetizado con un ordenador o un tablefono barato te monta un medio que igual siguen un millón de personas o cuatro monos, o como poco te monta pifostios en foros y redes sociales ¿Le cancelan los prebostes de la red o los jerifaltes de un foro? ¿No esta cómodo con los aborígenes del antro? Pues se va a otro sitio. Hay millones. Nunca hemos estado más capacitados, nunca antes en la historia hemos contado con más medios y más asequibles para expresarnos. La "expresión" ha pasado de los medios que podía sostener el mercado (o que permitía el régimen) a todo el mundo y por eso igual nuestro problema es que sentimos más la reacción del público, precisamente porque el público tiene más libertad. Y entonces nos victimizamos y "linchamiento" es que nos lluevan protestas en Tuiter ¿Cuantas veces hemos leído en los foros la frasecita de "no me impongas tus ideas" entre dos foristas que discuten y que no tienen ni poder ejecutivo, ni cuerpos policiales a su servicio ni, por no tener, no tienen ni una foto en su avatar?