#4 dices eso porque piensas como un hombre. Para un hombre lo importante es lo que ERES. Para una mujer lo importante es lo que SIENTES.
Por eso ahora está feo llamarle gordo al gordo de la clase. Porque no importa que SEA gordo, si no lo que SIENTE cuando se lo llamas
#7 Si comparas la infancia nuestra y la actual, comprobarás cómo se ha feminizado la sociedad, primando la seguridad y los sentimientos, mientras que antes se valoraba la osadía, la valentía, la fuerza, la destreza, etc. Valores netamente masculinos.
Y digo la infancia porque es donde más palpable resulta, pero ese cambio de mentalidad se ve en todas partes. Hace 20 años las condiciones de mi actual empresa eran malas, y se fueron 8 programadores en pocos meses. Quedaron 4. Se mejoraron las condiciones de los que quedaron, contrataron gente nueva, pero luego la empresa aprovechó las crisis para volver a las andadas. Ahora las condiciones vuelven a ser malas, y sólo nos hemos ido 2. Cuando hablo con los compañeros, prefieren la seguridad de su miseria, que moverse para mejorar su vida. Y estos son de los que se criaron jugando a las batallas de tirarse piedras. No quiero imaginar los milenials.
#11 generalizar siempre es un error, es una lacra en la que ha caído precisamente el feminismo actual. Nos tratan a todos los nombre como si fuéramos violadores en vez de apuntar a quien realmente lo es. Tu haces lo mismo al decir que los hombres somos y ellas sienten. No hay por donde cogerlo.
0k 17
Hemos deshabilitado la autenticación con Facebook. Si entras a Mediatize con una cuenta de Facebook, lee esto.
Por eso ahora está feo llamarle gordo al gordo de la clase. Porque no importa que SEA gordo, si no lo que SIENTE cuando se lo llamas
Y digo la infancia porque es donde más palpable resulta, pero ese cambio de mentalidad se ve en todas partes. Hace 20 años las condiciones de mi actual empresa eran malas, y se fueron 8 programadores en pocos meses. Quedaron 4. Se mejoraron las condiciones de los que quedaron, contrataron gente nueva, pero luego la empresa aprovechó las crisis para volver a las andadas. Ahora las condiciones vuelven a ser malas, y sólo nos hemos ido 2. Cuando hablo con los compañeros, prefieren la seguridad de su miseria, que moverse para mejorar su vida. Y estos son de los que se criaron jugando a las batallas de tirarse piedras. No quiero imaginar los milenials.