Sres, estoy casado con una inmigrante que tuvo que salir por patas de su pais. No sabéis lo agradecida que está ella con este pais y las ganas que tiene de meterle fuego a su antiguo pasaporte cuando reciba su nacionalidad. No me opongo al orden y a que el ministerio de trabajo vuelva a hacerse cargo de la inmigración, pero pensad un poco en que situación se encuentra esa persona que se ve abocada a jugarse la vida en una patera.
#3 Tengo un par de amigos funcionarios y voy a romper una lanza por ellos. Los hay que se tocan los cojones, pero también los hay que incluso se llevan trabajo a casa o hace muchas horas extra (como son mis dos amigos)