"¿Te pagan en rublos o en tamales?". Eso decía el controvertido mensaje que luego borró la diplomacia ucraniana tras recibir sendas críticas por haber sido xenófoba y racista. El tuit fue publicado el 26 de febrero, como respuesta a un mexicano que acusó que el Gobierno de Ucrania está promoviendo noticias falsas y censuró a medios opositores como Ucraina, ZIK, News One y Strana Ua.
Finlandia, neutral pero miembro de la Unión Europea, informó el lunes que había tomado la decisión "histórica" de suministrar armas a Ucrania tras la invasión por Rusia. "Finlandia suministrará asistencia militar a Ucrania. Es una decisión histórica para Finlandia", dijo la primera ministra Sanna Marin en una rueda de prensa. Se tratará de 2.500 fusiles de asalto, 150.000 municiones, 1.500 lanza-granadas y 70.000 raciones de campaña, precisó su ministro de Defensa, Antti Kaikkonen.
¿Por qué ha atacado Putin? ¿Hasta dónde puede llegar? ¿Qué puede hacer Ucrania? ¿Qué harán la UE, EE.UU y la OTAN? ¿Por qué ha fracasado la vía diplomática? ¿Se podría haber evitado si los aliados no hubieran intentado atraer a Ucrania hacia su órbita? ¿Cómo afecta a Europa una guerra en nuestras fronteras? ¿Cómo cambia esto el orden internacional?
Me pongo a escribir esto tratando de contener la rabia y la indignación que me producen las reacciones de la izquierda occidental y de la sociedad en general sobre el contraataque ruso contra Ucrania. La verdad es que no espero gran cosa con esto. Tengo de sobra comprobado que no hay más ciego que el que no quiere ver, y que por mucho que todos repitáis mil veces que la tele manipula, seguís bailando al ritmo que os marcan desde los medios de masas de occidente. Desde ayer he visto las redes sociales llenas de cartelitos de NO A LA GUERRA...
"El mundo le debe a Ucrania su seguridad". La frase, contundente, sin muchas concesiones a la interpretación, la soltó el ministro de exteriores ucranio, Dmytro Kuleba, ante la Asamblea General de la ONU el miércoles, horas antes de que las tropas rusas iniciasen su ofensiva militar en la región del Donbás, y aunque tiene mucho de retórica bélica cocinada para los titulares, lo cierto es que algo sí tiene de cierto. Hace 28 años, cuando Putin hacía carrera en las oficinas de Sant Petersburgo, Ucrania, efectivamente, dio un paso que permitió...