Durante la ceremonia de graduación de Baraboo High School, Wisconsin, EEUU, un padre impidió que el superintendente del distrito, Rainey Briggs, saludara a su hija. El hombre, tras tomar el diploma de su hija, empujó a Briggs fuera del escenario, exclamando: «Es mi hija».
Una veintena de cartas de la orden constata que los superiores en España, América y Roma conocían los riesgos de reincidencia de Luis Tó, condenado en Barcelona, y que nunca lo impidieron. “Allí hay niños hasta en la sopa”, alertó un responsable