Veo un exceso de soflamas belicistas en prensa y mucha gente preguntándose «¿Qué está pasando en Ucrania?» y lo entiendo honestamente, porque es difícil, y cada vez más, separar el trigo de la paja en el universo de propaganda habido y por haber. Porque escandaliza, al menos a quiénes alguna vez hemos escrito sobre Ucrania o hemos seguido lo sucedido en ese país desde 2013, leer algunos de los argumentos y las simplerías, en unos casos, y la manipulación sectaria y descarada, salida del mismo Departamento de Estado de EE.UU, sobre lo que...
No hemos ido a Ucrania a defender a los ucranianos y su democracia, solo a cuidar de los intereses del patrón: EEUU. En el conflicto de Ucrania, lo que nos vienen contando mayoritariamente los medios y sus tertulianos es que Putin es el malo malísimo que quiere invadir el país, pero la OTAN, que es muy buena, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, se ha movilizado para salvar una vez más la democracia...
Que avancemos hacia un futuro utópico o distópico todavía depende de nosotros. El verdadero problema no son las máquinas, sino la falta de iniciativas políticas para aprovechar las ventajas que nos ofrece un mundo en evolución permanente. ¿Por qué no forma parte este tema del debate político? ¿Qué podemos hacer para que esto cambie?
La reciente tensión en la frontera entre Ucrania y Rusia no es nada nuevo. Desde 2014, la región del Donbás, al este de Ucrania, se encuentra inmersa en un duro conflicto que ha dejado ya más de 14.000 víctimas mortales. La anexión de Crimea por parte de Rusia desencadenó una serie de movimientos que han hecho de esta guerra en Ucrania un conflicto a nivel internacional.La OTAN y la Unión Europea ven en esta exrepública soviética un potencial aliado, mientras que el Kremlin teme que Kiev se aleje aún más de Moscú.