El director de Economía de la institución, el español Óscar Arce, perfila «un escenario casi apocalíptico pero cuya probabilidad, lamentablemente, no es despreciable» y apunta a que la inflación se mantendría en los históricos niveles actuales casi hasta 2024.
La factura de la luz para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada o PVPC superará los 92 euros en junio, un 8 % más que el mes anterior, a pesar de la puesta en marcha del tope al gas. Esta cifra es un 56% superior a la registrada el mismo mes de 2021, cuando se pagó a 59,37 euros, casi el doble que en 2020, que se situó en 47,42 euros, y un 72,8% más que en 2019, último ejercicio previo a la pandemia del coronavirus, en el que alcanzó los 53,60 euros de media.
Los gerentes de la empresa alemana BASF estiman que el complejo de Ludwigshafen podría seguir operando si el suministro de gas se mantiene por encima del 50 %. En caso contrario, se tendría que suspender la producción.
Aunque nos gustaría que fuera de otra manera, de una forma menos contaminante, lo cierto es que los combustibles fósiles mueven la economía global y lo seguirán haciendo por un buen tiempo. El petróleo ha impulsado la economía mundial durante un siglo, y aunque parezca mentira, el carbón todavía se usa ampliamente en todo el planeta. Junto al gas natural, los combustibles fósiles constituyen más del 80% del suministro mundial de energía y todos los países dependen del petróleo, al menos, para alimentar la mayoría de sus automóviles.
Durante su intervención en la clausura de la asamblea general de la patronal, el jefe de los empresarios incluso recurrió a un famoso poema contra el Holocausto nazi para rechazar la subida a las eléctricas: «Cuidado que no os parezca [bien] que un sector pague y que otro no, acordaos de lo que dijo en su día Bertolt Brecht: ‘Primero fueron por los judíos, luego por los comunistas y luego me tocó a mí’. Cuidado porque aquí nos necesitamos todos, y el impulso de la gran empresa es necesario para que la mediana funcione y la pequeña active».
Cerca de siete de cada diez españoles afirma no estar preparado para un aumento de los precios de la energía y de los alimentos derivado de las acciones acometidas por la Unión Europea para responder a la invasión militar rusa de Ucrania. Así se desprende del Eurobarómetro de primavera elaborado por el Parlamento Europeo, una proporción que se contrae a seis de cada diez europeos encuestados ante la misma prerrogativa.
El cierre del espacio aéreo ruso ha provocado una serie de problemas a las compañías aéreas finlandesas, como la necesidad de desviar los vuelos y la pérdida de unos 1,5 millones de euros (1,58 dólares) al mes en concepto de tasas de navegación aérea, según informó esta semana el periódico finlandés Iltalehti, citando al jefe de control del tráfico aéreo Matts-Anders Nyberg.
Muchas de las grandes compañías no solo no están perdiendo, sino que están aumentando sus beneficios. Mientras, los mensajes solo apuntan en una dirección: no se pueden aumentar los salarios.
Café con leche y una tostada con mantequilla y mermelada; té y una rebanada de pan con aceite de oliva y sal; un zumo de naranja y una tortilla, y un tazón de leche con cereales. Este desayuno, que podría ser el de una familia cualquiera de cuatro miembros, costará hoy un 12% más que hace un año si la familia escogida para el ejemplo es española. Un incremento tres veces superior del registrado si la familia es francesa, el doble de lo que ha subido para una italiana y un 30% más de lo que se ha incrementado para una casa alemana.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) podría recuperar vía dividendos y en solo tres años casi la misma cantidad que la que se ha repuesto desde la nacionalización parcial de Bankia en 2012. El nuevo grupo, del que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) posee un 16,1% del capital, le garantiza el reparto de un máximo de 1.160 millones de euros en dividendos, aunque solo si se mantiene como accionista al menos hasta 2024.
Hace pocos días se conocieron los datos de PIB del primer trimestre del año en la zona euro. Analizando estos datos en profundidad, país por país, destacó la intensa caída del consumo en España, un dato sorprendentemente negativo dada la recuperación del mercado laboral, la elevada tasa de vacunación y el reducido impacto de ómicron en febrero y marzo. la inflación apareció antes en España y estos son sus efectos El consumo real se resiente y el motor de la economía empieza griparse "La debilidad en la demanda interna española es muy desconcer