@rogero Lo peor que se puede hacer con un partido, en mi opinión, nefasto como VOX es darle razones. Y los demás parecen que se empeñan en hacerlo sobre todo con las políticas identitarias, como la de género en sus vertientes más radicales que se han estandarizado. Y distingo entre el partido y gente que les vota, y entre estos hay de todo como en todo los sitios. Insultarles no parece una buena opción para que dejen de hacerlo. Luego tienes efectivamente a Ferreras y otros "periodistas" que en vez de analizar y criticar lo que hacen mal los suyos, para mejorarlo, tienen a VOX y la "ultraderecha" todo el día en la boca. Una campaña política impagable para Abascal y compañía, cuyo nivel político me parece mediocre siendo generoso. Sin la "ayuda" de las demás formaciones, y del sistema en sí, que no se deja reformar de verdad en materias importantes como la laboral o en el modelo económico, ese partido seguiría siendo irrelevante aquí y en todos los sitios (es un problema global, como queda de manifiesto al venderse que había que votar a Biden, al que casi se le ponía de izquierdas ¿?, porque si no venía Trump Yo soy de izquierdas pero ya casi anarquista

@Hector_ Es desilusionante ir madurando y reflexionando con la edad, y dándote cuenta que todo está controlado por la mano negra. Todo está regido por una cosa que se ingresa en el banco, que es lo que hace que puedas subsistir. Sin esa cosa no eres nada, un vagabundo errante que pide limosna.

Mi ideología es de izquierdas, la izquierda teórica, la que lucha por la igualdad de oportunidades, pero desgraciadamente esa izquierda no ha gobernado nunca en ningún lugar del planeta. Sólo es que algunos aprovecharon para acaparar poder en nombre de esa izquierda.

No dudo que existen buenas voluntades en todos lados, pero detrás... detrás está la mano negra.

Yo a día de hoy reniego de la izquierda, en su totalidad. Y siempre he sido un tipo que aboga por los intereses 'de los de abajo'. Un votante de Anguita en potencia. Lo que hay en la derecha no va conmigo, nunca ha ido conmigo....antes los consideraba demasiado autoritarios, y ahora los considero demasiado populistas.

Qué me queda? Pues quedarme totalmente al margen de la política, analizando cada situación y cada caso por separado, y no bajo un perspectiva partidista. Y me va bien, puedo ver Fox News de manera objetiva, sin que me hierva la sangre. Antes me era imposible. O escuchar a Fedeguico del mismo modo, simplemente descojonandome de las tonterías que suelta. Pero ojo, que es que la sexta es la que más asco me da, sobre todo Ferreras, Pastor y Newtral. Antes odiaba a la gente de Vox, les tenía rabia y los percibía como si fueran sub-humanos. Ya no. Son gente normal, que puede haber sido (o es) víctima de atontamiento y agilipollamiento generalizado (como pasa también en Podemos y el resto de partidos).

Al final el problema está en que la democracia representativa, de representativa no tiene nada.

Hoy se me ha puesto el cuerpo de mala hostia.

He visto el vídeo de UTBH sobre la víctima de Infancia Libre, y luego a continuación el vídeo de "madres protectoras" con el video que enlaza al programa misándrico de RTVE (pagado por todos nosotros) alentando a la alineación parental:
www.rtve.es/play/videos/objetivo-igualdad/programa-39-sindrome-amenaza

En serio, ¿es que no hay nadie al volante? Luego lees que, oh madre mía, que la extrema derecha en Castilla y León quieren derogar la ley de memoria histórica. A ver, como votante toda la vida de izquierdas, como persona que le han contado el horror que tuvo que vivir mi familia en la dictadura y que siempre la despreció con todas sus fuerzas, a día de hoy, en pleno SXXI, si me dan a elegir entre el bienestar y el futuro de mi hija, o los huesos de mi tatatarabuelo pues ...

@AnacletoPanfleto @macarty

El problema no es la "ley d'hondt", el problema son las circunscripciones, y el efecto es el mismo que tiene el diputado de distrito: bipartidismo.

Y sobre la elección del sistema:

"la ley actual es esencialmente una reproducción del Decreto- ley del 77, y tal Decreto, formalmente pactado por el Gobierno predemocrático con las fuerzas de la oposición, fue elaborado por expertos, entre los cuales tuve la fortuna de encontrarme, y el encargo político real consistía en formular una ley a través de la cual el Gobierno pudiese obtener mayoría absoluta. Puesto que los sondeos preelectorales concedían a la futura Unión de Centro Democrático un 36-37% de los votos, se buscó hacer una ley en la que la mayoría absoluta pudiese conseguirse con alrededor del 36-37%. Y, con un mecanismo que en parte favorecía a las zonas rurales, donde en las proyecciones preelectorales UCD era predominante frente a las zonas industriales, en las que era mayor la incidencia del voto favorable al Partido Socialista, se procuraba que el logro de la mayoría absoluta para el Partido Socialista se situara no en el 36-37%, sino en el 39-40%” (Alzaga, 1989:127-128).