Los estibadores, los taxistas y los mineros en pie de guerra después de un largo tiempo en el que pensábamos que las protestas obreras parecían que se habían como diluído, una oportunidad que podríamos considerar actualmente como histórica.

¿Pero cual es el principal problema de los pseudo-izquierdistas fundamentalistas? Hacerle un boicot a Jorge Cremades, un humorista simplón y de humor cutre al que encima le han hecho una publicidad increible los muy inutiles.

Mientras, los mineros, los estibadores y los taxistas siguen luchando por sus derechos ellos solos sin recibir ayuda de estos progres burguesitos. Luego algunos se quejarán de que la clase obrera da la espalda a esta izquierda cada día más paranoica y demencial, y con mucha razón.

Ya lo dijo Lenin, que el izquierdismo es una enfermedad infantil.