Tenemos un serio déficit democrático en este país cuando se negativiza el enfrentamiento de ideas, como algo malo en política. Yo, a título personal, desconfío mucho de los partidos en los que no se hace público (o se intenta ocultar) el debate ideológico. Tanto más cuanto más votantes y afiliados tienen. Es imposible que se imponga una línea de acción política sin discusión porque, de ser así, sería más indicativo de una imposición de pensamiento único que de funcionamiento interno democrático.

A parte está, desde luego, el cómo se llega a esa línea de acción política, si es por consenso, si se profundiza más en los análisis de convergencia o divergencia, si se usan tretas estatutarias internas... que también.