Estos requisitos burocráticos también suponen una barrera insalvable para la gente que no se maneja bien con ordenadores. Son páginas que funcionan fatal y que no están adaptadas para móvil. Las personas mayores y las que tienen menos conocimientos tecnológicos, directamente se quedan fuera de las citas. Tienen que pedir ayuda a conocidos porque en la propia administración no les atienden. Les dan un papelito con la dirección y que se busquen la vida. Es algo que está fatal, es un desprecio clasista y perezoso hacia el ciudadano.