Espectacular este invitado, lo bien amueblada que tiene la cabeza. Lo de que los Estados aprovechan para ganar poder con la excusa de alguna emergencia y luego no lo sueltan, por mucho que la emergencia haya pasado, es totalmente cierto.
Otra idea interesante es la de preguntar cuando algo carece de sentido, porque puede ser la pista de que la narrativa oficial es un engaño. Como ya he dicho muchas veces, si este virus era tan peligroso, ¿por qué no combatirlo con todas las armas --eso quiere decir tratamientos preventivos y tempranos--, en lugar de jugárnoslo TODO a las vacunas? ¿Por qué sigue habiendo restricciones de ningún tipo si ómicron es equiparable a una gripe? ¿Por qué no se investiga qué está causando el exceso de muertes? ¿He de creerme que esto les importa un bledo a las autoridades cuando hace dos años perdían el culo por las muertes de la COVID-19? ¿Tienen a nuestro bienestar como su objetivo o tienen otros intereses?
Lo del ejemplo histórico de lo que provocó la imprenta en cuanto a su peligrosidad ante el poder establecido y la analogía actual entre centralización vs descentralización también me ha parecido de interés. Aunque, para mí, toda la entrevista (o quizás charla, deberíamos decir), es oro puro.
No es que considere a Joe Rogan un entrevistador competente, pero tiene la cualidad de dejar hablar. Eso si, cuando el invitado le contaba que se había reunido con Bush, etc., ahí le ha interrumpido con la pregunta que yo creo que todos nos estaríamos haciendo, que es, oye, antes de contarme esas entrevistas que tuviste, primero me tienes que contar cómo diantres hiciste para reunirte con esos presidentes de Gobierno. Ahí ha estado bien, creo yo.
En suma, una charla espectacular. Triste que este tipo de voces no se puedan escuchar en nuestros medios oficiales. En ocasiones escucho la cadena SER --poco, porque se me hace pesado ver cómo ignoran los temas importantes y siguen la narrativa oficial--, y tenían un anuncio sobre el programa matinal que presenta Àngels Barceló en el que decían algo así como "tenemos respuestas, pero, sobretodo tenemos preguntas". Ya, mis cojones. Encima, presumiento. Y luego por la tarde sale Carles Francino, a quien pasar una mala covid (casi la palma, como él mismo ha contado) y ser periodista no le da para más que para pedir que se vacune todo el mundo, ni se plantea todos los agujeros que hay en esta pandemia, ni algo tan sencillo como ver que si cuando tenías la sospecha de haberte infectado te hubieran dado algún medicamento, igual no hubieras pasado lo que pasaste. Pero, nada, se ve que es normal eso de mandarte para casa a pasar la covid, y, en todo caso, si por lo que sea empeoras, entonces sí, vete al hospital (si llegas). Éste es el "tratamiento" que nos han vendido, más irracional no puede ser. Pero, en fin, que al bueno de Carles, que lo sufrió, no le dio por hacerse preguntas, ni por ésas. Y así estamos, de guano hasta las cejas, gracias a las autoridades con la inestimable ayuda de los medios.
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Otra idea interesante es la de preguntar cuando algo carece de sentido, porque puede ser la pista de que la narrativa oficial es un engaño. Como ya he dicho muchas veces, si este virus era tan peligroso, ¿por qué no combatirlo con todas las armas --eso quiere decir tratamientos preventivos y tempranos--, en lugar de jugárnoslo TODO a las vacunas? ¿Por qué sigue habiendo restricciones de ningún tipo si ómicron es equiparable a una gripe? ¿Por qué no se investiga qué está causando el exceso de muertes? ¿He de creerme que esto les importa un bledo a las autoridades cuando hace dos años perdían el culo por las muertes de la COVID-19? ¿Tienen a nuestro bienestar como su objetivo o tienen otros intereses?
Lo del ejemplo histórico de lo que provocó la imprenta en cuanto a su peligrosidad ante el poder establecido y la analogía actual entre centralización vs descentralización también me ha parecido de interés. Aunque, para mí, toda la entrevista (o quizás charla, deberíamos decir), es oro puro.
No es que considere a Joe Rogan un entrevistador competente, pero tiene la cualidad de dejar hablar. Eso si, cuando el invitado le contaba que se había reunido con Bush, etc., ahí le ha interrumpido con la pregunta que yo creo que todos nos estaríamos haciendo, que es, oye, antes de contarme esas entrevistas que tuviste, primero me tienes que contar cómo diantres hiciste para reunirte con esos presidentes de Gobierno. Ahí ha estado bien, creo yo.
En suma, una charla espectacular. Triste que este tipo de voces no se puedan escuchar en nuestros medios oficiales. En ocasiones escucho la cadena SER --poco, porque se me hace pesado ver cómo ignoran los temas importantes y siguen la narrativa oficial--, y tenían un anuncio sobre el programa matinal que presenta Àngels Barceló en el que decían algo así como "tenemos respuestas, pero, sobretodo tenemos preguntas". Ya, mis cojones. Encima, presumiento. Y luego por la tarde sale Carles Francino, a quien pasar una mala covid (casi la palma, como él mismo ha contado) y ser periodista no le da para más que para pedir que se vacune todo el mundo, ni se plantea todos los agujeros que hay en esta pandemia, ni algo tan sencillo como ver que si cuando tenías la sospecha de haberte infectado te hubieran dado algún medicamento, igual no hubieras pasado lo que pasaste. Pero, nada, se ve que es normal eso de mandarte para casa a pasar la covid, y, en todo caso, si por lo que sea empeoras, entonces sí, vete al hospital (si llegas). Éste es el "tratamiento" que nos han vendido, más irracional no puede ser. Pero, en fin, que al bueno de Carles, que lo sufrió, no le dio por hacerse preguntas, ni por ésas. Y así estamos, de guano hasta las cejas, gracias a las autoridades con la inestimable ayuda de los medios.