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Tiburcio
Oumar N., de 18 años, fue acusado de "violación acompañada de tortura o actos de barbarie" a principios de agosto en Cherburgo de una mujer de 29 años que fue hospitalizada en estado grave, según supo el sábado la AFP de la fiscalía. El sospechoso, "ya conocido por la justicia", ingresó en prisión preventiva el viernes por la noche, declaró a la AFP Dorothée Thoumyre, fiscal adjunta de Coutances (Mancha), adonde se ha trasladado el caso.

Tras los "acontecimientos extremadamente violentos" ocurridos en su domicilio, la víctima fue hospitalizada inmediatamente y "su pronóstico era vital", declaró el viernes el fiscal de Cherburgo, Pierre-Yves Marot. Preguntada por el estado de salud de la víctima tras los sucesos del 4 de agosto, la fiscalía de Coutances no pudo dar noticias de la joven el sábado.

Iniciado por la fiscalía de Cherburgo, el caso fue remitido el viernes a la fiscalía de Coutances, que ha abierto una investigación por violación acompañada de tortura o actos de barbarie.

La agresión
Desnuda y en estado de shock, la víctima, una joven de 29 años de Cherburgo, declaró a la policía que acababa de ser golpeada y violada. Su testimonio es escalofriante. Dijo a los investigadores que había sido atacada por un hombre "que había visto antes pero que no conocía". Le Fígaro informa de que el agresor irrumpió en su casa y la golpeó repetidamente en la cara y el cuerpo, antes de violarla varias veces, incluso con un palo de escoba.

Según Le Fígaro, un rastro papilar dejado en una puerta identificó al agresor. El fichero automatizado de huellas dactilares identificó a Oumar N., un joven de 18 años conocido por la policía. Las pruebas fueron corroboradas por la geolocalización de su smartphone en el momento del incidente. Puesto bajo custodia policial el jueves, el hombre acabó "admitiendo lacónicamente los hechos que se le pueden atribuir", según el magistrado de Cherburgo.

El personal del hospital, conmocionado
A su llegada al Hospital Pasteur, la joven entró en coma inducido y en quirófano. Tras varias horas de intervención quirúrgica. Violada con un palo de escoba, la víctima sufrió perforaciones en el colon, el intestino delgado, el peritoneo, el diafragma y el neumotórax. También sufrió fracturas en las costillas. Ante la brutalidad de las heridas, algunos miembros del personal rompieron a llorar. Según France Bleu, se ha creado una unidad psicológica para los profesionales sanitarios que lo necesiten.
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