Soplan aires de cambio para el sector inmobiliario. En los últimos días se ha producido una cascada de advertencias sobre un cambio de tendencia en el inmobiliario, provocado por las fuertes subidas de tipos de interés y la desaceleración de la economía. El último organismo en sumarse ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte del riesgo de una corrección "aguda" en los precios de la vivienda, sobre todo en las economías en las que las hipotecas a tipo variable tengan un mayor peso, como podría ser el caso de España.
La vivienda se ha convertido en las últimas décadas en una especie de mercado global, cuyas tendencias se expanden de unos países a otros y se retroalimentan. Mucho tiene que ver en esto la coordinación de las políticas monetarias en los países avanzados, cuyos ciclos económicos también parecen guardar una estrecha relación.
Bajadas masivas de impuestos sin recortes de gasto en un entorno de tipos de interés al alza y con una recesión a la vuelta de la esquina. Este es el cóctel perfecto para una crisis de deuda, y el nuevo Gobierno del Reino Unido lo ha puesto práctica (por unos días) con desastrosos resultados.
Observen a Gran Bretaña, amigos míos, y estremézcanse. En los últimos años, ha sucedido algo notable, notablemente espantoso: Gran Bretaña ha tomado el relevo de Estados Unidos como ejemplo preeminente de colapso social en el mundo. Por supuesto, hay países pobres a los que les va mal. Pero ningún país del mundo se acerca a caer tan lejos y tan rápido como Gran Bretaña. Por lo tanto, es la semana de Gran Bretaña, aquí, supongo, porque hay mucho que hablar, para aquellos que quieren entender el futuro.
Viajar por vacaciones, comprar un coche o llegar a final de mes es una preocupación para el bolsillo de millones de familias en España, que afronta una inflación galopante y el riesgo de una crisis económica que se agudice varios años. El Índice de Precios del Consumo (IPC) alcanzó en septiembre el 9%.
Lejos de reducir la pobreza extrema, la expansión del capitalismo a partir del siglo XVI estuvo asociada a un dramático deterioro del bienestar humano, según un estudio científico realizado por el ICTA-UAB en colaboración con la Universidad Macquarie (Australia), que demuestra que este nuevo sistema económico se tradujo en un descenso de los salarios hasta situarlos por debajo del nivel de subsistencia, una reducción de la estatura humana y un marcado repunte de la mortalidad prematura.
Fuentes de la Comisión Europea recuerdan que las comunidades autónomas, como Madrid y Andalucía, canalizan gran parte de los fondos de recuperación. Y avisan: "Los fondos se van a acabar".
Nouriel Roubini, conocido como Dr. Doom, estima que se avecinan un proceso de estanflación similar al de la década de 1970 y un endeudamiento masivo como el de la crisis financiera mundial de 2008.
El Banco de Inglaterra retirará el curso legal de los billetes de papel de 20 y 50 libras esterlinas después del 30 de septiembre de 2022, por lo que animamos a todos los que los tengan en casa a gastarlos o depositarlos en su banco u oficina de correos. Hay aproximadamente 9.000 millones de libras de billetes de 20 libras y 15.000 millones de libras de billetes de 50 libras que siguen en circulación. A medida que se vayan devolviendo al Banco de Inglaterra, se irán sustituyendo por los nuevos billetes de polímero de 20 libras con la imagen de