Presuntas lesiones por vacunas en Israel: ¿información insuficiente, coincidencia o una herramienta para los antivacunas? [ENG]
Niva forma parte de una creciente comunidad de personas en Israel, y en todo el mundo, que sospechan o se les ha confirmado un efecto adverso grave (SAE) de la vacuna COVID, pero que suelen denominar "lesiones vacunales".
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En respuesta a una petición de comentarios sobre el "Testimonies Project" y la cuestión de los efectos adversos, el portavoz de la división Corona del Ministerio de Sanidad calificó el montaje de la película de "partidista" y, por lo tanto, no podía hacer comentarios sobre los casos sanitarios que describía.
"Los efectos adversos tras la vacunación se notifican a la División de Epidemiología de los Servicios de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, que revisa los informes y analiza los datos", rezaba el comunicado. "Si el informe implica hospitalización, una enfermedad grave o una víctima mortal, es objeto de seguimiento por el Comité de Gestión de Riesgos designado por el Director General del Ministerio de Sanidad. Si el Comité sospecha una relación causal, el Ministerio ajusta respectivamente las consideraciones de atención clínica para la vacunación."
Las repetidas solicitudes de acceso a los resultados de los informes y los datos han quedado sin respuesta hasta la fecha.
Los documentos con gráficos que detallan los efectos secundarios de moderados a graves de la vacuna COVID están incrustados como enlaces en el sitio web del Ministerio israelí de Salud, y la mayoría de las cifras suelen cifrarse en un pequeño número de casos por cada millón de dosis. Paraira las tacha de "garabatos". El documento del gobierno (en inglés) sobre el perfil de seguridad del refuerzo atribuye 77 efectos adversos a la tercera inyección; Paraira ha recibido más de 300 quejas, algunas de ellas comunicadas directamente por médicos que temen que el Ministerio de Sanidad no las tenga en cuenta o que vincularlas a la vacuna les suponga un coste profesional.
Sospecha que en Israel la reticencia a la vacuna de refuerzo puede atribuirse a relatos de primera y segunda mano de malas reacciones a la vacuna. Según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad, poco más de 4 millones recibieron la tercera dosis de refuerzo, aproximadamente 1,7 millones menos que los vacunados dos veces. También cree que los testimonios que ha reunido representan una fracción de las lesiones existentes debido a la falta de notificación tanto por parte de los médicos como de los pacientes enfermos.
"Tienen miedo porque dependen de los médicos, y tienen que pasar una barrera psicológica grave, de ser un admirador de las vacunas a estar en el 'otro lado', el lado al que condenaron", dijo Paraira. "Así que se sientan en silencio y sufren". Por ahora, dice, se ha encomendado a sí misma la tarea de servirles de portavoz.
