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Hace unos años una amiga me invitó a pasar un día en los trabajos de una fosa de la Guerra Civil. Me enseñaron los documentos e informes que manejaban. Me permitieron participar en las tareas de exhumación. Pude tener una breve entrevista con los familiares... Fue una experiencia muy intensa. Triste, porque te enfrentas con una verdad terrible, pero tremendamente edificante.

Me impresionó muchísimo el dolor de los familiares, pero también su integridad y su hambre de justicia por un ser muy querido. Ninguno de ellos tuvo el más mínimo gesto de odio por lo sucedido, tan solo deseaban poder despedir a su abuelo con dignidad y humanidad.

Después aparecieron periodistas y concejales (creo que mi amiga me invitó ese día precisamente por ese motivo, para que viera con mis propios ojos qué clase de situación tenían que soportar cada vez que hacían su trabajo). Fue lamentable ver cómo buscaban a los familiares para hacerse la foto y figurar, y minutos después desaparecer como habían venido. Foto, pose, y listo.

Mi amiga me comentó después (más o menos) "tú sabes que yo soy republicana. Todos aquí lo somos, pero jamás se nos ocurriría sacar una tricolor porque, ante todo, somos profesionales. Esto no lo hacemos por política, lo hacemos porque esta gente merece la oportunidad de tener una justicia que le han negado durante tiempo. Ochenta años después, todavía hay gente que se empeña en politizar el sufrimiento. El día que dejemos que sea la justicia de las víctimas, y no la necesidad de los políticos, la que marque el camino a seguir, entonces será cuando empecemos a cerrar esas heridas".

Jamás tendré la manera de agradecerle aquella jornada, la verdad.
4    k 97
Sucinto
#1 A muchos les vendría bien hacer, ver y sentir lo que hiciste viste y sentiste tú ese día. Los prejuicios caerían y abrirían los ojos y las conciencias de quienes a día de hoy aún se burlan del dolor de esas personas, sin justicia ni reparación. Los políticos (ya sabemos cuales) los primeros que sentirían la ignominia en sus carnes.
Interesante vivencia, General.
Un abrazo.
4    k 97
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#2 Hay una frase al principio del libro Historia de Roma, del genial Indro Montanelli, que dice: "no les dejaron ni los ojos para llorar".

Creo que en casos como este se ajusta perfectamente a lo que tienen que pasar los familiares para poder visitar una lápida con un nombre.

Un abrazo.
1    k 40
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