Las falsas amenazas de suicidio de Podemos, la esperanza de Sumar y la descomposición del PSOE
A veces me preguntan por qué suelo opinar con tan mala leche sobre los asuntos públicos, y siempre respondo que así es como se opina cuando no pretendes que nadie te haga favores y tienes el orgullo de vivir de tu trabajo (y tienes un poco de mala leche como, reconozco, tengo yo). Y suelo decir también que, si muchos paniaguados de los partidos no dependiesen económicamente de que tal o cual líder les mantenga en las listas, dirían cosas mucho más ásperas e hirientes que yo. Pero como no es el caso, siguen chupando los pies del líder hasta que éste muestre debilidad o incapacidad para seguir…