El bullying, la xenofobia y el machismo salen gratis dentro del Partido Popular. Las fuertes denuncias de diferentes miembros del PP sobre el ansia desmedida de poder, de control y de influencia dentro del organigrama de los populares no ha servido para que el Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid decida investigar el denominado caso espías.
“En cumplimiento de lo previsto en el artículo 42 del vigente Reglamento de Régimen Disciplinario y de Garantías una vez al Instructor del expediente ha trasladado todo lo actuado, junto al correspondiente informe, este Comité de Derechos y Garantías a la vista de las actuaciones realizadas y el meritado informe ha resuelto por unanimidad archivar el presente expediente”, reza el documento del PP al que ha tenido acceso ElPlural.com. “Contra el acuerdo de archivo de las actuaciones no cabe recurso alguno”, se añade en el mencionado escrito, que lleva la firma de María Jesús García-Alarilla, presidenta del Comité Autonómico de Derechos y Garantías.
Los duros testimonios
Tras varios meses de un goteo incesante de informaciones delicadas, un grupo de miembros de las NNGG y del Partido Popular de Madrid había presentado una denuncia ante la Fiscalía, con copia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, exponiendo una serie de prácticas internas alarmantes. Las acusaciones incluían bullying, xenofobia, machismo, y el uso de alcohol y sustancias estupefacientes en fiestas, entre otras lindeces, para atraer a nuevos militantes. Más inquietante aún era la afirmación de que se había recurrido a la prostitución como herramienta para obtener información y ejercer influencia sobre los miembros del partido.
Estas revelaciones habían salido a la luz gracias a las confesiones de varios miembros que habían decidido hablar con ElPlural.com, proporcionando testimonios detallados sobre las dinámicas tóxicas y los métodos de manipulación empleados por ciertos individuos dentro del partido. Según los testimonios, el deseo desenfrenado de poder y control era tan intenso que llevaba a algunos a menospreciar, amenazar y humillar a cualquiera que percibieran como una amenaza para sus intereses personales y políticos.
“Planeaban la utilización de personas con fines sexuales para conseguir lo que querían”, “me instaron a mantener relaciones sexuales para conseguir información”, “se referían a nosotros como el ejército de maricones”, “he presenciado insultos y vejaciones”, “se intentó espiar a altos cargos del partido mediante prácticas sexuales”, “me discriminaron por mi origen desde el principio”, “nos enseñaron un vídeo porno y se rieron” o “tuve que acompañar a un compañero al hospital por ansiedad” son algunas de las confesiones que estos miembros habían denunciado a este medio.
Hasta nueve personas habían compartido sus experiencias con el medio, describiendo un entorno de trabajo hostil y desagradable. Algunos de ellos, que aún forman parte del partido y ocupan puestos de importancia, habían coincidido en su exposición de un clima sumamente perjudicial, ya sea por haberlo experimentado personalmente o por haber sido testigos de primera mano.
Estos individuos habían accedido a que ElPlural.com grabara sus declaraciones, aunque habían solicitado que se protegiera su identidad parcialmente por temor a represalias, lo que había llevado a la presentación de sus testimonios bajo iniciales y con la voz distorsionada. Además, se había informado que todos ellos ya habían llevado sus preocupaciones y las prácticas denunciadas ante el Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid.
La gravedad de las acusaciones había puesto en marcha un mecanismo de escrutinio que podría haber tenido implicaciones significativas para el partido y sus líderes. La denuncia ante la Fiscalía y la copia enviada a Ayuso no solo buscaban una investigación exhaustiva y justicia para los afectados, sino que también planteaban preguntas más amplias sobre la cultura política y las prácticas de poder dentro del Partido Popular de Madrid. Sin embargo, la decisión del Comité de Derechos y Garantías de archivar las denuncias ha dejado a muchos preguntándose si se tomarán medidas para abordar las preocupaciones planteadas y si se realizarán cambios significativos en la cultura interna del partido.
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