Industria armamentística
El Banco Sabadell financia con más de 70 millones de euros la industria de las armas nucleares

La entidad financiera concede préstamos y realiza inversiones en empresas que fabrican armamento nuclear saltándose la legalidad internacional y en compañías que hacen posible la militarización de las fronteras de Europa.
Varios Coronavirus Madrid Norte - Sabadell
Una sede del Banco Sabadell en Madrid durante la pandemia. David F. Sabadell
11 abr 2024 10:52

La última Junta de Accionistas del Banco Sabadell en Alicante se encontró con varias voces discordantes. Además de los activistas del Sindicat de Barri de Carolines, que protestaban a las puertas por la venta del patrimonio inmobiliario del banco al fondo buitre Cerberus, dos voces discordantes denunciaron la actividad de la entidad financiera desde dentro del encuentro.

María Fraile y David Montesinos, integrantes de la campaña Banca Armada, acudieron en delegación de los accionistas críticos, ocho personas que han comprado 84.749 acciones para poder denunciar frente a sus principales inversores la responsabilidad del Banco Sabadell en la financiación de las empresas que venden armamento nuclear, proveen armas a Israel o son culpables de miles de muertes en las fronteras de Europa.

Derecho a la vivienda
Especulación Activistas denuncian la cesión de pisos con alquiler social del Banco Sabadell a un fondo buitre
El Sindicat de Barri de Carolines protesta a las puertas de la junta de accionistas del Banco Sabadell en Alicante por dejar a expensas de la especulación a familias vulnerables.

En su turno de intervención en la Junta de Accionistas de este 10 de abril, Montesinos ha explicado la vinculación del Banco Sabadell con empresas fabricantes de armas nucleares, que se siguen produciendo aunque están prohibidas por el el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) aprobado por la ONU y en vigor desde hace tres años. El tratado, según recuerdan desde el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, entidad a la que pertenece Montesinos y Fraile, también prohíbe la asistencia o la ayuda para la producción o distribución de armamento atómico.

“Tres de cada cuatro armas nucleares no se podrían fabricar sin la ayuda de entidades financieras como la suya”, soltó uno de los representantes de los accionistas críticos en la Junta del Banco Sabadell

Según documenta el último informe de la campaña Don’t Bank on the Bomb, el Banco Sabadell ha financiado recientemente a Airbus, General Dynamics, AECOM o Raytheon, todas ellas involucradas en la producción y desarrollo de armas nucleares. Además, entre 2021 y 2023, detalló Montesinos en su presentación, Sabadell facilitó bonos por un valor de más de nueve millones de euros a la empresa estadounidense de defensa Peraton Inc., uno de los 24 fabricantes mundiales de armas nucleares. Peraton gestiona el Sandia National Laboratory en EE UU, especializado en la investigación y desarrollo de tecnología y armamento nuclear. Entre 2020 y 2021, continuó este investigador, el Banco Sabadell concedió préstamos de 66 millones de euros a Airbus, “empresa que no solo fabrica aviones y helicópteros, sino que está relacionada con la producción de misiles”, algunos de ellos con capacidad de carga atómica, señaló

“Con todas las armas nucleares existentes se podría destruir toda la vida en el planeta, ¡hasta 14 veces seguidas! Además, sabemos que tres de cada cuatro armas no se podrían fabricar sin la ayuda de entidades financieras como la suya”, continúa este investigador. Evitar la guerra y un enfrentamiento nuclear es una responsabilidad compartida y atañe a todos los accionistas del banco, indicó: “Dediquen los casi 70 millones que suman las inversiones de los últimos años a la proliferación nuclear y de armas de guerra a promover el desarme y la paz y vendremos a aplaudirles”.

Industria armamentística
Armas nucleares BBVA, Santander, Sabadell y CaixaBank siguen financiando la industria de las armas nucleares
Un nuevo informe señala que las entidades que financian esta industria ha disminuido desde que se aprobó un tratado para su prohibición, pero las cuatro españolas siguen en el listado.

La campaña Dont Bank on the Bomb ha identificado 287 instituciones financieras que hacían posible con su préstamos e inversiones la producción de armas nucleares. Entre ellas están el Banco Sabadell, BBVA, Santander y CaixaBank. Entre todos ellos aportan más de 11.000 millones de dólares a la industria nuclear.

La muerte en las fronteras

Además de contribuir a la construcción de armamento nuclear, el Banco Sabadell comparte responsabilidad en la militarización de las fronteras. En concreto, entre 2020 y 2021, este banco ha invertido y financiado con más de 83 millones de euros a Airbus, empresa encargada de proveer las aeronaves que sirven para patrullar las fronteras terrestres y marítimas de Europa. Sus aviones y helicópteros son utilizados en las operaciones del Frontex, la agencia europea de control de fronteras que acumula denuncias por la violación de la población migrante.

La entidad también ha facilitado más de 12 millones de euros en créditos y préstamos al grupo Eulen, empresa que gestiona los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y Melilla, donde “se cometen graves violaciones a los derechos humanos”, según denunció la investigadora María Fraile frente a la Junta de Accionistas. Con su apoyo financiero, subrayó esta integrante del Centre Delás y de la campaña Banca Armada, el Banco Sabadell es corresponsable de la muerte de 6.618 migrantes en las fronteras de Europa, unos 18 al día, 380 de ellos menores de edad. 

El Sabadell ha facilitado más de 12 millones de euros al grupo Eulen, empresa que gestiona los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y Melilla, donde “se cometen graves violaciones a los derechos humanos”

La compra de cinco millones de euros en acciones de Accenture por parte del Banco Sabadell es otra muestra de la complicidad de esta entidad con la militarización de las fronteras. Según apunta Fraile, esta consultora tecnológica ha desarrollado un sistema biométrico para recabar información de entradas y salidas de cada país, que luego es compartido dentro y fuera de la Zona Schengen. “¿Señor presidente y miembros del consejo de administración, les continuamos haciendo la misma pregunta que cada año: ¿hasta cuándo van a seguir lucrándose del negocio de la guerra?”, preguntó Fraile.

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