La guerra mundial por el talento ya ha empezado, y España lo tiene crudo

  • En los próximos años se va a producir una guerra mundial por el talento: la economía española ya sufre las consecuencias, y no parte con ventaja.
  • Puede que España tenga el clima, la cultura... Pero otros países nos superan en salarios, renta per cápita y facilidades para los jóvenes.
Ilustración laberinto empleo

Getty

Como en España, en ningún sitio. Que levante la mano quien no haya escuchado esta máxima alguna vez (o incluso se haya sorprendido pronunciándola). Reconozcámoslo: la cultura, los chiringuitos en verano, las terrazas al sol en invierno...¿A quién no le va a gustar? ¿A quién? Pues hay quien renunciaría a ello. 

La carrera mundial por el talento ya ha comenzado. El envejecimiento demográfico es una realidad global y los países ya se están lanzando en busca y captura de talento más allá de sus fronteras. Puede que España sea un gran país para jubilarse. Pero, ¿lo es también para trabajar?

Lo cierto es que España puede tenerlo crudo a la hora de atraer talento internacional. Si ponemos a un lado de la balanza esa calidad de vida y, al otro, las condiciones del mercado laboral, puede que más de un profesional ahí fuera se lo piense dos veces y, como Bartlevy, responda: preferiría no hacerlo. 

"El clima y la calidad de vida tienen su peso, pero otras economías avanzadas nos superan en salarios y estabilidad laboral, y en ese nivel competitivo salimos perdiendo", resume Florentino Felgueroso, investigador de Fedea.

Se buscan jóvenes

La mitad de los trabajadores que hay en España se van a jubilar de aquí a 2035. Eso son poco más de 10 años y, teniendo en cuenta el envejecimiento demográfico y la menor natalidad, van a hacer falta jóvenes para ocupar muchos de esos puestos de trabajo.

Esa realidad ya está llegando. A día de hoy, tres cuartas partes de las empresas de la Unión Europea tienen dificultades para encontrar trabajadores con las cualificaciones necesarias, tal y como señala este artículo de El País. Hacen falta camareros y mano de obra en construcción, pero también en profesiones cualificadas.

Pero el panorama solo puede empeorar: "Ahora mismo hay menos nacimientos que durante la Guerra Civil. Si tenemos cada vez menos jóvenes, y esto sumado a la jubilación de la generación del baby boom, la cuestión de las vacantes irá en aumento", añade Felgueroso.

La proporción de jóvenes de entre 16 y 24 años en busca de trabajo se ha reducido de un 50% en 2003 a poco más de una tercera parte. En los últimos años el mercado laboral ha perdido a 700.000 jóvenes, a 38.000 por año, destaca un estudio de Cepyme.

Ilustración sobre vacantes

¿Qué tiene Alemania que no tenga España?

"En los próximos años o décadas se va a producir una especie de guerra por el talento en Europa y los países industrializados. Será sobre todo una guerra por el talento joven, donde los países van a intentar atraer al mayor número posible de jóvenes", apunta José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea.

España también sufre esas dificultades, pero la postal es todavía más llamativa: hay más de 2,7 millones de personas buscando trabajo y, al mismo tiempo, hay más empleos sin cubrir que nunca. España combina la tasa de paro más alta de la UE con un preocupante problema de vacantes.

Hace falta corregir esos desequilibrios, advierte Felgueroso: "El problema es que no somos los únicos que necesitamos hacerlo".

Alemania, por ejemplo, lleva tiempo inmersa en esa carrera. "En Alemania ya tenían ese problema con algunas profesiones, como las relacionadas con la ingeniería". En 2022, con 1,8 millones de puestos de trabajo sin cubrir, el Gobierno germano inició un agresivo plan para robar talento en otros países, como España, empezando por suavizar la política migratoria.

Simplificando: ¿Qué tiene Alemania que no tenga España? Una tasa de paro en el 3,5%. No en mínimos históricos, pero casi. Mientras que en España roza el 12%. Eso, y mayores salarios. ¿Qué tiene España que no tenga Alemania? ¿Sol?

"España se encuentra en una posición favorable en la carrera por el talento gracias a su ubicación geográfica, clima atractivo y calidad de vida. Pero enfrentamos desafíos en términos de retención y atracción de talento internacional", explica Silvia Piqueras, directora de Servicios de Contratación en Hays España.

"España puede tener unas condiciones climáticas que hagan que la gente quiera venir. Pero también es cierto que con las comunicaciones que hay y la posibilidad de teletrabajar yo creo que la localización en un sitio seguro como Europa no es tan determinante", observa Conde-Ruiz.

"Son muchos los elementos que determinan la capacidad de atracción, más allá del nivel de vida, y hay competidores muy fuertes", coinciden desde el Consejo General de Economistas (CGE).

España es la cuarta economía más grande de Europa, y también la cuarta con mayor tasa de pobreza. De los 193 países del mundo, ocupamos el puesto 14 en PIB nominal, según datos del Banco Mundial, lo que significa que está en el 7% de los países más ricos en PIB. En PIB per cápita, en cambio, cae hasta el 33, por detrás de Lituania, Chipre o la República Checa.

"No avanzamos en un tema tan crucial para nuestro tejido empresarial y para el adecuado posicionamiento de nuestro talento. Llevamos ya 5 años estancados en la posición número 32 del ranking World Talent del IMD, que mide la capacidad de atraer, desarrollar y fidelizar talento en 63 países", lamenta Norbert Monfort, colaborador académico del Departamento de Dirección de Personas y Organización en Esade.

Ilustración de una turista en teletrabajo en una playa de vacaciones

"Ahora mismo tenemos la misma renta per cápita en términos reales (el mejor predictor que tenemos de la riqueza de un país) que en el año 2005: unos 24.600 euros. Vamos camino de dos décadas perdidas", lamenta Toni Roldán, director del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol). 

En ese tiempo, España tampoco ha logrado alcanzar a sus socios europeos. "Al contrario, mientras en 2005 la renta per cápita en España era solamente un 9% inferior al promedio de las economías del euro, ahora es un 17% más baja", añade Roldán.

Detrás de ese estancamiento de rentas está la baja productividad de la economía española. Un problema que explica por ejemplo que la riqueza de los ciudadanos no haya aumentado en los últimos 18 años.

"Nuestras condiciones laborales no son competitivas", avisa Felgueroso.

¿La prueba? En 2022, más de 400.000 personas con estudios superiores emigraron de España para trabajar en puestos de alta cualificación, según un informe de la Fundación BBVA-Ivie. La fuga de cerebros no es nueva, y sobre ella se han hecho hasta comedias mainstream

"Dentro de Europa todos los trabajadores tienen libertad para moverse, por lo que si están saliendo españoles fuera y no están viniendo extranjeros a trabajar a España puede estar indicando que, como mínimo, eres menos atractivo que otros países", constata Conde-Ruiz.

Baja productividad, falta de inversión en capital humano y formación por parte de las empresas, inestabilidad y salarios precarios que redundan en un bajo PIB per cápita, dificultades para acceder a una vivienda... Es el cóctel que podría explicar que España pueda tenerlo más complicado a la hora de venderse en el exterior, y que se resume en una frase: ser joven en España no es fácil.

Oficina del SEPE

¿Podemos ser más atractivos?

Ha quedado claro que el panorama laboral y económico no es la panacea para los jóvenes, y que eso puede ser un desincentivo para erigirse en polo de atracción de talento. Pero, ¿qué se puede hacer?

"Para atraer talento y, sobre todo, talento joven, hace falta facilitarle mucho la vida a los jóvenes, y ahí vemos cómo en España el tema de la vivienda no está resuelto, vemos también cómo la mayor parte de los recursos van orientados hacia los mayores, muy poco va para los jóvenes...", resume Conde-Ruiz. Eso pasa por más políticas activas de empleo y cualificación profesional, pero también por mayor inversión en otras áreas, como la vivienda, por ejemplo.

Otro problema, afirma Conde-Ruiz, es que "no parece que esté mejorando la inversión productiva de las empresas, no hemos recuperado el nivel de inversión previo a la pandemia todavía...". 

Hace unos días, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, mostró precisamente su preocupación porque todavía no se ha recuperado el nivel de inversión privada previo a la pandemia y por la baja productividad de la economía. 

Eso, y la política migratoria: "ponemos muchas trabas a la contratación en origen de los trabajadores. Creo que se debería llevar a cabo una política de inmigración mucho más proactiva, no reactiva, como es ahora, para poder atraer ese talento".

Para Monfort, cada sector tiene su realidad: "Nos podemos encontrar con que en algunos realmente faltan profesionales; en otros, que falta desarrollar ciertas competencias o habilidades; y, finalmente, también hay industrias en las que lo que las empresas intentan incorporar no se ajusta a la realidad, bien sea porque se pide demasiado o porque la compensación no está alineada con el mercado".  

"Si las políticas organizativas no se van adaptando a la necesidad de los nuevos talentos nos vamos a quedar con la campana de Gauss en cuanto al nivel de empleabilidad y nuestro talento buscará, como ya está buscando, fuera de nuestras fronteras. Estamos siendo muy lentos en responder", añade.

Por lo pronto, el Gobierno ha lanzado un plan para revertir la fuga de cerebros y fomentar la 'vuelta' de españoles emigrados. 

"El Gobierno de España quiere centrar sus esfuerzos en las políticas de apoyo y retorno de españolas y españoles residentes en el extranjero", explican fuentes del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social. Para ello, han lanzado un plan estratégico y se ha creado una Dirección General específica, dentro de la Secretaría de Estado de Migraciones.

"La propuesta del Gobierno para atraer profesionales españoles que están en el exterior es una iniciativa prometedora, aunque complicada", reconoce Piqueras.

Concretamente, se trata de impulsar programas de ayudas y subvenciones a quienes deseen regresar o ya lo hayan hecho, incidiendo especialmente en las áreas sanitarias, educativa, sociales y culturales, incrementando el presupuesto de las prestaciones. 

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