Sistema de financiación

Aragonés exige a Hacienda un cupo "a la vasca": quiere recaudar el 100% de los impuestos

El nuevo modelo, similar al de Navarra y el País Vasco, permitiría recaudar, a su juicio, 52.000 millones más al año

A estas alturas de la partida, el independentismo, y los partidos que los representan son bastante predecibles. Más aún cuando sus votos son necesarios para la gobernabilidad del estado. Es decir, una vez cerrado el capítulo de la amnistía han vuelto a la reivindicaciones clásicas autonomistas: impuestos y lengua. Así, la Generalitat ha presentado esta mañana su modelo de financiación singular que, a grandes rasgos, implica recaudar todos los impuestos. De esta forma, el Govern pasaría de recaudar el 9% de los impuestos a la totalidad, lo que calcula que representa unos ingresos potenciales de 52.000 millones de euros anuales, el doble que con el modelo de financiación actual. Eso sí, sin detallar ningún tipo de compensación al resto de autonomías.

Así, la consellera de Economía, Natalia Mas, ha hecho público un estudio en el que llevan varios meses trabajando y que pone sobre la mesa lo que, a su juicio, son los tres males que arrastra el actual modelo de financiación entre el Estado y las autonomias: el desequilibrio vertical, la falta de autonomía financiera y la deslealtad institucional.

“El modelo actual es una anomalía”, ha explicado la consellera, que considera que no se respeta la ordinalidad de los territorios que más aportan –Cataluña es el tercero que más aporta y después se queda en la posición diez de recursos recibidos por habitante– o porque el Gobierno se ha quedado el grueso del crecimiento de los ingresos fiscales en detrimento de las comunidades autónomas. La recaudación del Estado en los últimos diez años ha crecido en un 90%, más del doble que los ingresos de la comunidades autónomas (41%). Y eso “sin asumir más competencias”, ha explicado Mas. Si se mantuviese la proporción de ingresos entre Estado y autonomías, las comunidades dispondrían de 112.000 millones más. Es decir, el desequilibrio vertical que denuncia la Generalitat.

Según el estudio, “la propuesta se basa en un modelo de soberanía fiscal plena, lo que implicaría la asunción, por parte de la Generalitat, de la gestión y recaudación de todos los impuestos que se pagan en Cataluña al margen de los tributos locales. Esto incluiría a las grandes figuras tributarias como el IVA, el IRPF, el impuesto sobre sociedades o los impuestos especiales”. “Hay deslealtad institucional en el retraso en la renovación del sistema, que lleva años caducado”, ha añadido la consellera. Con la aplicación de este nuevo sistema, la Generalitat pasaría de gestionar el 9% al 100% de los impuestos generados en Cataluña, y “gozaría de plena capacidad normativa para regularlos. Esto se traduciría en un ingreso potencial cercano a los 52.000 millones anuales, el doble que con el modelo de financiación actual (25.616 millones de euros con datos de 2021, último año liquidado)”, siempre según la conselleria de Economía. A cambio, como ya sucede con el modelo vasco y navarro, Cataluña aportaría una cantidad indeterminada, a negociar con el Gobierno, como fondo de compensación.

La propuesta de un nuevo modelo de financiación forma parte del pacto de investidura de Pedro Sánchez que cerraron ERC y el PSOE. Además de la condonación de parte de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), en el plano económico el acuerdo incluía la constitución durante el primer trimestre de 2024 de una comisión bilateral entre Generalitat y Gobierno para abordar una “financiación adecuada que garantice la suficiencia financiera de los servicios públicos en Cataluña”.