La crisis con Argelia dibuja un futuro incierto para las pymes españolas

Los ritmos de la diplomacia no son los del comercio. Aunque basta fijarse en el pulso diplomático entre España y Argelia –tras el alineamiento del Gobierno con las posturas de Marruecos en torno al conflicto del Sáhara Occidental– para ver cuán entretejidas están ambas cuestiones. Así, el día que Argelia comenzó a congelar las operaciones comerciales con España –en junio de 2022– Sergio Guerra, CEO de la compañía navarra Tecnoaditivos Españoles Avanzados, tenía 100 toneladas de complementos alimenticios para animales en el puerto de Barcelona listos para viajar al país argelino. “La noticia me pilló en Argelia y todos los contratos que tenía pensado cerrar se congelaron”, cuenta.

El enfado está teniendo serias consecuencias para las empresas y a lo largo de 2023 las exportaciones han caído más de un 67%, desde los 1.017 millones en 2022 hasta los 331,8 millones anotados el año pasado, según datos provisionales de la Secretaría de Estado de Comercio de España.

En estos también se recoge que han sido los vehículos automóviles y tractores (con un volumen de 190 millones de euros), los barcos y embarcaciones (29 millones) y los aparatos eléctricos (20,7 millones) los sectores que más han exportado al país africano en este difícil escenario. Pero en general, casi todas las ramas pierden, llegando a registrarse retrocesos de hasta un 99% en el ámbito de las materias primas y manufacturas de plástico o del 97% en los productos de fundición de hierro, según los datos del ICEX.

Un paso adelante y... atrás

En 2022 España era el tercer mayor cliente de Argelia y su cuarto proveedor y socio comercial. Y si en el terreno de las exportaciones las áreas están muy diversificadas, las importaciones en 2023 se ciñeron casi exclusivamente a los combustibles –6.351 millones sobre un total de importaciones de 6.424 millones– de acuerdo con las estadísticas de comercio exterior.

Pero si el bloqueo fue rápido, el proceso para recuperar el mercado está llevando más tiempo y tras 20 meses los acercamientos han sido tímidos. En noviembre del año pasado Argelia envió a un nuevo embajador a Madrid, tras la retirada del anterior en marzo, durante el momento álgido de la crisis. En enero se reactivaron las exportaciones de productos avícolas y a comienzos de febrero llegó el turno de la carne roja, pero el resto de productos siguen bajo el veto.

Ahora mismo los empresarios que estamos en Argelia no vemos indicios de que esta situación se vaya a solucionar

Sergio Guerra, CEO de Tecnoaditivos y secretario De la Asociación de Empresas afectadas por la crisis con Argelia

También ha habido pasos hacia atrás, como el aplazamiento a última hora de la visita que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tenía prevista para el pasado 12 de febrero. “Ahora mismo los que estamos en Argelia no vemos indicios de que esta situación se vaya a solucionar y menos después de la foto de Pedro Sánchez con el rey de Marruecos”, apunta Guerra, que también es secretario de la Asociación de Empresas Afectadas por la Crisis con Argelia (AECA).

“Las partidas arancelarias que se han abierto responden a la necesidad de llevar comida porque va a llegar el mes del Ramadán. Por lo demás, la apertura parece lejos”, pronostica.

Un poco más optimistas se muestran desde CyComex, el portal de servicios de internacionalización de Crédito y Caución, aunque coinciden en que no hay demasiadas certezas: “Desde el otoño de 2023 hay gestos que apuntan a la normalización progresiva de las relaciones, pero todavía no hay ninguna información oficial al respecto ni certidumbres sobre cómo evolucionará la situación”.

Recolocar mercancías

El cierre llevó a muchas pymes a tener que recolocar su mercancía, a mirar hacia otros mercados o a buscar alternativas con sus clientes argelinos. “La gente se está buscando la vida para sacar los productos a través de otros países pero con muchísimos riesgos y muchísimos costes extra”, explica el empresario.

Además de eso, varias corporaciones se han unido para crear una plataforma de afectados, la AECA, que está estudiando presentar una reclamación patrimonial al Estado por el lucro cesante y las pérdidas acumuladas desde entonces.

“Es importante recalcar que no hemos recibido ningún tipo de ayuda, ni desde Europa ni desde España”, sentencia el secretario de esta organización de empresarios.

Otro factor que se debe considerar a la hora de evaluar las relaciones comerciales con Argelia es la evolución de sus políticas destinadas a proteger la producción nacional. “En función de las necesidades de estas políticas, las autoridades argelinas valoran la posible apertura a sectores y mercados. Eso podría explicar el levantamiento al bloqueo de la avicultura o que, durante 2023, otros sectores, como el de automoción española, haya incrementado sus ventas respecto de 2022″, explican desde CyComex.

Por otro lado, si se observan las tendencias de exportación en los últimos años, los intercambios comerciales con el país comenzaron a desacelerarse desde antes de la crisis diplomática, lo que explicaría, según CyComex, que la base exportadora anterior a la pandemia –compuesta por unas 5.500 empresas– se haya visto reducida a una quinta parte. Está por ver si el comercio resiste a los tiempos de la diplomacia y la reconciliación también llega por sorpresa. “No esperamos que 2024 vaya a ir mejor. Ojalá me equivoque”, concluye Guerra.

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