Las actas de residencias de la Comunidad de Madrid, que la presidenta Isabel Díaz Ayuso trata de ocultar, han alcanzado todos los sectores de la sociedad. Y en estas, en las últimas horas se ha sumado a las críticas Amnistía Internacional, quien ha lanzado un mensaje a la líder regional por su intento de esconder los documentos que reflejan la situación que se vivió durante los meses más duros de la pandemia en estos centros de mayores.

Ha sido en la Asamblea de Madrid donde la organización de los derechos humanos ha alertado del “riesgo” que entrañan este tipo de actos, y es que comportamientos como el del gobierno regional van en contra del derecho a la “verdad”, la “justicia” y la “reparación” de las víctimas y favorecen que la historia se vuelva a repetir.

“Es importante tener en cuenta el pasado. No podemos simplemente pasar página sin ni siquiera haberla leído. Es un parámetro fundamental de los derechos humanos, la memoria, la verdad, la justicia y la reparación si como sociedad queremos decir que cumplimos con los derechos humanos mirar al pasado y, desde este presente, mirar al futuro sin negarlo”, ha emplazado en sede parlamentaria.

Para ello, la organización solicita tanto al Gobierno central como a los autonómicos, Y también al Congreso, a Fiscalía, al Defensor del Pueblo, al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que “cada cual revele la información que tiene”, que “se realicen investigaciones adecuadas” y “no se mire para otro lado”. “Este es uno de los capítulos más trágicos de la historia reciente de nuestro país y ha habido vulneraciones de derechos humanos que han de ser reparadas”, ha dejado claro Amnistía Internacional. Más Madrid se ha hecho eco de la intervención en su perfil de X, antiguo Twitter, entre otros comentarios que también lamentan el modus operandi de Ayuso en las últimas semanas.

Actas de residencias de Ayuso

Las actas de residencias que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha intentado ocultar acudiendo a la Justicia dibuja el escenario de desesperación que tanto internos como familiares y profesionales sufrieron durante aquellos días: falta de personal, de material, trato inhumano en ocasiones y pacientes que no fueron derivados a hospitales por los llamados protocolos de la vergüenza -los expertos coinciden en que muchas muertes que se habrían evitado- fueron algunas de las imágenes que se repiten en los documentos a los que ha accedido ElPlural.com.

La presidenta de Madrid miente

La presidenta de Madrid miente a sabiendas en las declaraciones que ha hecho en los últimos días con las que justifica que en la Comunidad “se hizo lo imposible para salvar cada una de las vidas” y a través de las cuales subraya que el traslado de los enfermos a hospitales no “garantizaba la salud” en aquellos días.

Esto es, sencillamente, falso; y es que gracias a los informes de la Consejería de Sanidad de la región se conoce que el personal sanitario logró salvar al 65%. Los datos públicos, entre marzo y abril de 2020, evidencian que entre el 18 de marzo de 2020, según publica Infolibre, la región aprobó el calificado como protocolo de la vergüenza y ahora Ayuso dice que las personas “morían en cualquier sitio”. Sin embargo, entre el mes mencionado y abril de 2020 se derivaron a hospitales 6.308 residentes, de los cuales fallecieron únicamente 2.179 personas que no disponían de seguro privado.

Contra la izquierda

Mientras las actas de las residencias de mayores siguen de actualidad y tras el duro enfrentamiento dialéctico que protagonizaron Ayuso y Manuela Bergerot el pasado jueves en la Asamblea de Madrid, a principios de esta semana la responsable de Sol ha vuelto a referirse a ello.

Lo hacía el pasado lunes en un desayuno de Foro Nueva Economía, donde esta vez señalaba que “la primera ola fue un tsunami” y que si el Covid “entraba en una residencia quitaba la vida en horas a todos” los mayores que se encontraban allí.

La presidenta madrileña volvía a poner el foco en que “el traslado de los enfermos” de las residencias de ancianos a hospitales -algo que no se hizo, atendiendo así a los llamados después protocolos de la vergüenza- “no garantizaba la supervivencia, como lo demuestran las cifras”.

Ayuso llegaba a decir que los políticos no decidieron nada en este sentido, sino que “los trasladaos, que fueron miles y miles, eran decididos por médicos y geriatras”. La líder regional solventaba que “están a punto de acusarnos de genocidio, y no lo voy a permitir”, elevando así el tono y confrontando, esta vez sin que nadie se refiriera directamente a las actas, por su polémica gestión.