El Instituto Navarro del Euskera-Euskarabidea ha puesto en marcha una nueva campaña de incentivación para el aprendizaje del euskera, una competencia a la que anima "como valor de futuro" y convencido de que "las lenguas suman, nunca restan".

A la presentación de la campaña ha acudido Yaiza Mazo, vecina de Castejón, cuyos hijos de 6 y 7 años estudian euskera a los que se sumará su hija más pequeña cuando comience su etapa académica. "Queríamos que el mayor fuese a una ikastola pero no pudimos por problemas logísticos", explica y añade que ahora que sí cursa el idioma, "tiene mucha facilidad para el inglés".

Mazo no pudo aprender euskera "por la zonificación" y continua "con la espina clavada" así que agradece que ahora "se rompa la barrera y puedan fortalecer su arraigo a lo navarro". Cuando ella estudiaba "había compañeras que sí estudiaban euskera en el colegio en el modelo A, pero como no interesaba les sacaban durante las clases de matemáticas por ejemplo".

María Jesús Arana es vecina de Caparroso, sus dos hijas tampoco pudieron estudiar euskera pero ahora su nieta de 5 años. "Estoy muy a favor porque así también aprenden los valores de la cultura que son muy importantes", destaca.

Uno de los factores que hacen que los padres se resistan a dar el paso es cómo ayudar a los txikis en sus tareas. Tanto Mazo como Arana aseguran que no es ninguna barrera y lo pueden estudiar a la perfección. "No les van a pedir nada que no sepan. Si hay algo que no entienden no es por el idioma, tú se lo explicas en castellano y lo hacen tan bien", explica Mazo.