La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha consolidado este lunes como experta en romantizar la explotación laboral. La líder regional, en compañía del expresidente José María Aznar en un acto del Instituto Atlántico de Gobierno y la Universidad Francisco de Vitoria.

Los dos líderes del PP han cargado contra las ayudas del Gobierno Central a los jóvenes dando por hecho que estas les quitan las ganas de trabajar. La responsable regional ha arremetido contra la reducción de jornada o la situación que el Ejecutivo de Moncloa plantea para los becarios, y ha verbalizado esta opinión, con la que ha colocado en el centro a las personas que empiezan en una empresa.

Ayuso “nunca” miraba el reloj

(Cuando hice prácticas de periodismo) “nunca miraba qué hay de lo mío, qué me vais a dar a cambio. Al contrario, agradecía la oportunidad de estar en grandes empresas, o pequeñas empresas de medios, ver la vida real con mis propios ojos, sacar mis propias conclusiones y, al principio pasar por la época del becario durante mucho tiempo y con muchísimo esfuerzo, pero a la vez con la libertad de decir ‘hasta aquí, esto no me gusta’ o ‘llega el verano, yo ya paro, o necesito estudiar porque estoy en final de curso”, ha expuesto asumiendo que antes “el azar y las ganas te iban moviendo” con “libertad” y una forma de vivir “alegre y generosa” para dar lo “mejor de ti”.

Pero “ahora”, piensa “es al contrario”. “Es ‘qué extraño, tienes que trabajar, a ver cuántas horas’ (…) Todo el día con un agravio que lo único que hace es tiranizar a los jóvenes, que provoca que no tengan ganas por nada y que salgan de partida con el sentimiento de que porque son jóvenes tienen que salir enfurruñados”, considera: “Nos quieren llevar a todos -desde el Gobierno- al pensamiento único, de agravio y sospecha si tienes beneficios, si tu empresa triunfa, si se te está dando bien lo tuyo (…) Buscan esa forma comunista de intervenir todo para igualar a la baja y ellos vivir por encima de sus posibilidades”.

La presidenta madrileña ha acusado al Ejecutivo Central de tener un proyecto “débil” y “antinatura”. “Los problemas se notarán por políticas que nos van alejando de las grandes potencias. Lo que hacen gobiernos de estas características es crear un mundo paralegal, de mundos paralelos donde la inmensa mayoría de los ciudadanos se ven obligados a posicionarse, y destinar grandes cantidades de dinero a esas luchas inexistentes, que antes eran de clase y ahora se hacen entre sexos, generaciones, lo público con lo privado…” ha dicho Ayuso, quien respalda que eso genera una “cultura contra el desincentivo, de manera que la juventud siente el agravio” y “espera a que les resuelvan las cosas”.

 “La inmensa mayoría de los jóvenes quieren sacar adelante sus proyectos, sus metas… La fábrica de la pobreza, la tiranía y el victimismo para darte una pancarta y cuatro soluciones que no llevan a ningún lado lo vamos a combatir en todos los frentes, porque se está estafando a la juventud española porque no se le está hablando claro”, ha dictado la presidenta de Madrid. En estas, Ayuso ha emplazado a "recetas" del "pasado", “de esfuerzo, resistencia, formación y capacidad de adaptación”.

“Y eso solo se hace con caminos, oportunidades, enseñando a pelear con ganas (…) Y creo que muchas veces por parte del Gobierno y sus socios tienen a la mujer agraviada, nos quieren víctimas cuando somos la mitad de la población, nos dicen cómo nos tenemos que relacionar con nuestros compañeros, cómo tenemos que estar todos agraviados… Intentan que la juventud sea hecha a su medida, con miedos, cierras y la pancarta, buscando siempre la pancarta e intentando que busquen problemas inexistentes”.  

“Si transformas todas las necesidades en un derecho, es imposible de satisfacer”

El discurso de Aznar ha ido exactamente en consonancia con ese concepto de cultura del esfuerzo que tiene el PP. “Si tú practicas políticas populistas en las que invitas a los jóvenes a hacer lo que se llama la gran renuncia -recibo una ayuda del Estado, hago una chapuza en internet y estoy aquí, ¿para qué me voy a mover?- eso es un desastre. Lo que tenemos que hacer es incentivar a los jóvenes, que no es incompatible con tener derechos”, ha emitido, acentuando que “cuando él tenia 20 años había cosas esperanzas”.

El Gobierno invita a los jóvenes a la gran renuncia

“Pero hoy el populismo ha traducido las esperanzas en expectativas en derechos. El problema de los países que caen en bancarrota es que si transformas todas las necesidades en un derecho, es imposible de satisfacer. El Gobierno que manda ese mensaje está trabajando para que su país quiebre”, apuntala.