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Las botellas de agua que conocíamos cambiarán para ayudar a mejorar su reciclaje

Adiós para siempre a las botellas de agua que conocíamos: el cambio que llega
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Te has fijado en que no se puede separar el tapón de las botellas de agua? Lo mismo ocurre con los refrescos e incluso lo tetrabriks de leche. Hay quienes que los fabricantes han ideado este diseño para evitar que los consumidores pierdan el tapón, pero el motivo por el que esto es así es muy diferente.

En realidad, se trata de una ley que obliga a todos los fabricantes a que sea así. Es cierto que beber directamente de la botella resulta algo incómodo con el tapón «atado» a la misma, el artículo 57 de la ley 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, en el apartado 1, establece esta obligación.

Así serán las botellas de agua a partir de ahora

Es crucial que la botella y el tapón permanezcan unidos en todo momento para facilitar su recolección y reciclaje posterior. Esta medida se implementa en busca de un valor residual en una economía circular, enfocada en la sostenibilidad y la reutilización de materiales. La unión entre la botella y el tapón contribuye a evitar la contaminación marina, ya que los tapones, al ser pequeños, suelen perderse con facilidad, convirtiéndose en uno de los plásticos más comunes en estos entornos.

El apartado 1 del artículo 57 de la ley 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular dice lo siguiente: «A partir del 3 de julio de 2024, solo se podrán introducir en el mercado los productos de plástico de un solo uso enumerados en la parte C del anexo IV cuyas tapas y tapones permanezcan unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto. A estos efectos, las tapas y tapones de metal con sellos de plástico no se considerarán de plástico».

Por lo tanto, a mediados de 2024, todas las empresas que operen en Europa deberán cumplir con una normativa que regula los productos de plástico de un solo uso con tapas o tapones, como botellas y tetrabriks. Esta normativa, aprobada en 2018 y modificada en 2019, fue traspuesta por España en 2022. Según las nuevas disposiciones, estos productos solo podrán comercializarse si los tapones «permanecen unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista».

El diseño ha sido modificado para evitar la separación de los tapones y reducir la contaminación ambiental. Ahora, tras desenroscar el tapón, este permanece adherido a la botella mediante dos lengüetas, y aunque algunas personas intenten separarlo, la intención es que esto no ocurra.

Berry Global, la multinacional encargada de liderar la transición de Coca-Cola hacia los tapones adheridos a las botellas, ha reconocido que innovar en el diseño del packaging es crucial para ayudar a los clientes a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Coca-Cola ha comenzado la distribución de botellas con el nuevo cierre desde finales de 2022, anticipándose a la obligación legal y marcando un hito en el sector.

Todas las botellas de PET con menos de 3 litros deberán llevar este nuevo cierre unido. La innovación, denominada ‘compactflip’, es un tapón que reduce significativamente la cantidad de material utilizado en su fabricación, alcanzando aproximadamente un 20% menos de materiales en comparación con los tapones anteriores.

Thierry Bernet, vicepresidente de economía circular e innovación de Berry Global, destaca la importancia de proporcionar soluciones atractivas y funcionales que respondan a las demandas del mercado y contribuyan a los objetivos de sostenibilidad.

Prohibición de los plásticos de un solo uso

Según Euromonitor International, la demanda global de envases para el consumidor alcanzó los 4 billones de unidades en 2022, y se espera un incremento del 2,4% en el periodo 2022-2026. La industria alimentaria representó 2,4 billones de estas unidades. Mientras, Greenpeace alerta que en la última década se ha producido más plástico que en toda la historia de la humanidad, con estimaciones de 500.000 millones de botellas plásticas cada año.

En 2021, la Unión Europea tomó medidas significativas prohibiendo varios productos de plástico de un solo uso. Entre ellos, destacan:

  • Las pajitas, que pueden tardar hasta 500 años en degradarse, y los cubiertos desechables fueron vetados. Estas decisiones responden a la preocupación por su impacto ambiental, especialmente en los océanos.
  • Las regulaciones implican que los Estados miembros deben recuperar el 90% de las botellas de plástico para 2029. Además, se establecieron metas para el contenido reciclado en estas botellas, promoviendo así prácticas más sostenibles.
  • La prohibición aborda el uso de envoltorios de porexpán envueltos en film. Además, se ha puesto fin al consumo de colillas, cuya contaminación afecta tanto a los océanos como a los recursos de agua dulce.

Asimismo, se refuerza el principio de «quien contamina paga» con medidas específicas, destacando la responsabilidad ampliada para los productores, especialmente en la industria del tabaco. Se implementará una responsabilidad extendida para los fabricantes de aparejos de pesca, quienes deberán cubrir los costos asociados con la recogida de redes perdidas en el mar.

Estas medidas buscan concienciar a los consumidores sobre las consecuencias ambientales de ciertos productos y fomentar prácticas más sostenibles.

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