Hay un número de países oficiales (junto a otros “no oficiales”) donde la probabilidad de que te cruces con un camión cargado de, por ejemplo, plutonio, es mal alta. Sí, hablamos de aquellos lugares del planeta donde los gobiernos manejan armas nucleares, y en el caso de Estados Unidos, hay un organismo oficial dedicado a su traslado: la Oficina de Transporte Seguro (OST), la cual transporta constantemente estas armas por todo el país. Este es su modus operandi.

La historia la contaba hace unos días el fantástico y muy recomendable canal de YouTube, Half as Interesting, donde daban algunas de las claves poco conocidas del Gobierno de Estados Unidos a la hora de transportar sus dispositivos nucleares de forma segura y discreta (o todo lo “discreta” que puede ser ese tipo de movimiento). 

Para empezar y como decíamos al comienzo, se trata de algo mucho más común de lo que podamos pensar, lo cual no deja de ser sorprendente si tenemos en cuenta que hablamos de mover un arma volátil a través de fronteras estatales. La razón principal se debe a que el plutonio se degrada con el tiempo, por lo que las bombas nucleares deben probarse y mantenerse periódicamente, incluso si no hay planes de usarlas en el futuro inmediato.

Foto: Kelly Michals/Flickr

Por ello, se requiere trasladarlas a diferentes instalaciones que a veces están a miles de kilómetros de distancia. Por supuesto, esto implica una serie de riesgos, más si cabe cuando el vehículo que transporta el arma nuclear está propulsado por combustible en una vía pública. 

Es justo en este punto donde emerge la figura de la OST, quienes tienen estudiados una serie de pasos para evitar cualquier desgracia. A saber: sus camiones con remolque están especialmente diseñados para proteger su contenido pase lo que pase.

Hablamos de puertas de acero de más de 30 centímetros y neumáticos a prueba de pinchazos, y de vehículos especiales preparados para que, en caso de accidente, el remolque se llene automáticamente con una espuma especial que se expande con rapidez para amortiguar la valiosa carga.

¿Y qué pasa ante la posible combustión/explosión en un incendio? En este caso, el remolque también es capaz de resistir todo tipos de incendios de combustible que se puedan prolongar hasta hora. Dicho de otra forma, cuentan con 60 minutos antes de que su contenido comience a verse afectado. 

Por supuesto también, el camión está acompañado por un convoy de agentes armados de la OST en la carretera y en el aire cada vez que está en tránsito. La máxima en estos casos es que toda seguridad es poca, y si unos posibles secuestradores pudieran superar estas defensas de alguna forma, el vehículo también está equipado con características de “seguridad ultrasecreta” que acabarían con los intrusos en el acto.

En este punto, uno no puede más que dejar volar la imaginación con el tipo de muerte que le espera a “los malos” gracias a la maquinaria que Hollywood nos ha servido durante años.

Por todo ello y como es de esperar, el sistema para transportar materiales nucleares es increíblemente sofisticado, aunque posiblemente ni te des cuenta si pasan junto a ti. La última característica que la OST aplica a estos transportes es la de la “invisibilidad”, entendida esta como un diseño externo tan simple y anodino que pasa totalmente desapercibido. Al parecer, las armas nucleares se transportan en un camión “ordinario” flanqueado por autos sin identificación para no despertar sospechas. La idea es que sea imposible detectar los convoyes en la carretera.

Un último inciso. Si vas por una carretera de Estados Unidos ni se te ocurra seguir durante un buen rato a un camión. Si tienes la “suerte” de que sea un convoy de la OST con plutonio, puedes terminar en una lista del gobierno que no querrás estar.

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