Los dos jóvenes acusados de la violación de Torrecedeira afrontan 15 años de cárcel

El 8 de diciembre de 2021, en pleno puente festivo, dos jóvenes de origen senegalés violaron supuestamente en un piso de la calle Torrecedeira de Vigo a una chica de 18 años a la que habían conocido esa misma noche en un local de copas de la zona de Areal. Transcurridos ya más de dos años desde entonces y tras una larga instrucción judicial, este caso en el que los dos presuntos agresores permanecen en prisión provisional ya tiene fecha de juicio. La vista oral se celebrará el 14 de febrero en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. La Fiscalía atribuye a cada uno de ellos la autoría de un delito de agresión sexual y solicita que sean condenados a 15 años de cárcel, la pena máxima que contempla el Código Penal para dicho ilícito. Las defensas, mientras, piden la libre absolución al alegar que las relaciones sexuales fueron consentidas.

Todo ocurrió una noche de martes a miércoles, en el puente de la Constitución, cuando un grupo de chicos coincidieron con la víctima en un pub, entablando conversación. No se conocían previamente. Dos de ellos, los hoy acusados, le propusieron ir a su piso de Torrecedeira para continuar la fiesta y la joven les acompañó. Allí supuestamente la agredieron sexualmente: primero uno y a continuación el otro. Un hombre que residía en la misma vivienda declaró tras los hechos en sede policial como la chica gritó a uno de los procesados “que tenía novio” y “que no quería que la tocase”.

La credibilidad del testimonio de la víctima y la ausencia de motivos espurios en su denuncia ya que no se conocían previamente es una de las principales pruebas de cargo en este caso, en el que los acusados reconocieron que mantuvieron relaciones sexuales con ella por separado, pero alegando que fueron consentidas. Concretamente uno de ellos, según consta en las diligencias, declaró que entró en la habitación después de estuviese su compañero, que encontró a la joven “un poco mal y empezó a consolarla” y que igual que su amigo tuvo “relaciones” con ella, quien “nunca dijo no”.

Declaraciones y pruebas de ADN

Frente a los alegatos exculpatorios, la jueza instructora, que junto a la declaración de la víctima y de los testigos –entre ellos también un taxista que fue a recoger a la joven y describió el estado en el que se encontraba– recabó otro tipo de pruebas como las de ADN, vio indicios para tramitar la causa por el procedimiento del sumario y elevarla a juicio. Y, junto a la acusación particular personada en las actuaciones, la Fiscalía ha presentado escrito de acusación contra los dos jóvenes, acusando a cada uno de ellos de un delito de agresión sexual tipificado en los artículos 178 puntos 2 y 3, 179 puntos 1 y 2 y 180 punto 1.3ª, que castiga, en este último caso, cuando los hechos se cometan “contra una persona que se halle en una situación de especial vulnerabilidad por razón de su edad, enfermedad, discapacidad o por cualquier otra circunstancia”.

También pide aplicar la circunstancia agravante de abuso de superioridad o aprovechamiento de las circunstancias del lugar. La presunta agresión sexual se produjo en el domicilio de los acusados y aprovechándose de que la víctima estaba bajo los efectos del alcohol ingerido aquella noche.

Junto a la pena de 15 años de prisión y una posterior de 10 años de libertad vigilada, el fiscal pide que se prohíba a los acusados aproximarse o comunicarse con la denunciante durante 25 años. Y que la indemnicen con 15.000 euros por los daños morales causados.

Riesgo de fuga por falta de arraigo

Los jóvenes fueron detenidos días después de los hechos y las redes sociales resultaron claves en la investigación que en su momento realizó la Policía Nacional. La gravedad de los hechos y el riesgo de fuga por la falta de arraigo en España fueron dos de los motivos tenidos en cuenta cuando el 15 de diciembre de 2021 se decretó su ingreso en prisión preventiva. La medida cautelar de privación de libertad acordada en al marco de la instrucción judicial fue ratificada después por la Audiencia. Cuando ocurrió todo los jóvenes vivían de la ayuda de una ONG a la espera de que se resolviese su petición de asilo político en España.

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