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Condenado por hacer oídos sordos cuando le dijeron que parara en una relación sexual

La Audiencia Provincial de Zaragoza impone 8 años de prisión a un joven por violar a una chica. 

Abdel Ali Guerch, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, el día que fue juzgado.
Abdel Ali Guerch, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, el día que fue juzgado.
Guillermo Mestre

Se quedó con el primer 'sí' y desoyó todos los 'noes' que siguieron después. Impuso su voluntad por la fuerza y con violencia con el único ánimo de satisfacer sus instintos sexuales. Y lo que para él fueron  unas relaciones "consentidas' y "con sentimiento", como declaró en el juicio, se han traducido en una condena a ocho años de cárcel por una triple violación: vaginal, anal y bucal.  

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Abdel Ali Guerch, de 27 años, por agredir sexualmente a una joven a la que conoció en un bar en una noche del Pilar de 2021. Ambos iban con sus respectivos grupos de amigos y amigas y terminaron en casa de una de ellas para seguir la fiesta, en la que había alcohol y cocaína. 

Al llegar al piso, Abdel Ali y la joven congeniaron y, de mutuo acuerdo, se fueron a una habitación para mantener relaciones sexuales. La chica le indicó previamente que se pusiera el preservativo que ella llevaba y comenzaron con una penetración vaginal. Pero, poco después, como declara probado el tribunal, la joven empezó a sentir dolor y, al observar que estaba sangrando y que el acusado se había quitado la protección, le pidió que parase, que no quería seguir porque le estaba haciendo daño.

"Sin embargo, haciendo caso omiso a la petición de la chica y en contra de su voluntad, procedió a penetrarla de nuevo, primero vaginalmente y después analmente, a la vez que le mordía, le propinaba bofetadas en la cara y en otras partes del cuerpo y le cogía con fuerza por el cuello, las piernas y el pecho, mostrando así una gran agresividad para vencer la resistencia y lograr su propósito", recoge el fallo judicial. 

Tras haber sufrido esta agresión, la muchacha fue a la habitación de su amiga para ponerse ropa y regresó al dormitorio donde habían ocurrido los hechos y se tumbó en la cama, pero en ese momento volvió a entrar Abdel Ali y le introdujo su pene en la boca sin que ella hubiera asentido.

La joven sufrió lesiones tanto en el introito vaginal como en la zona exterior; en la cara interna de una rodilla, en el cuello y en el hemitórax derecho que eran compatibles todas ellas con una agresión sexual. 

El acusado manifestó durante la vista oral que esa noche, salvo los besos y abrazos que se dieron de forma consentida, no ocurrió "nada" pues él se puso el preservativo que ella le proporcionó pero que, al percatarse de que ella tenía la regla (lo que la joven negó), él ya no quiso hacer nada. 

Para el tribunal, su declaración queda totalmente desvirtuada tanto por el testimonio de la víctima, a la que da total credibilidad, como por las pruebas periféricas que corroboran que la agresión se produjo, tales como las lesiones físicas, las manifestaciones de las amigas, que se la encontraron en la habitación en una situación anímica lamentable por lo que acababa de ocurrirle. 

Además, como consecuencia de los hechos acaecidos, la joven presentó con posterioridad síntomas disociativos y un elevado estrés postraumático que afectó a su adaptación en los ámbitos social, familiar, de ocio, laboral y personal y le generó un malestar emocional y psicológico que precisó de tratamiento especializado. 

Por todo ello, condena a Abdel Ali Guerch a ocho años de cárcel, quince de prohibición de acercarse a la víctima, siete de libertad vigilada y a indemnizar a la chica, representada por la abogada Laura Vela, con 5.000 euros por daños morales y 200 por las lesiones causadas. 

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