El 'annus horribilis' de Igualdad: más violaciones y asesinatos a pesar de un presupuesto récord
En 2023 se han registrado en España los peores datos de delitos sexuales de los últimos siete años
La ministra de Igualdad, Ana Redondo (i), recoge la cartera de su antigua portadora, Irene Montero (d). | Europa Press
No ha sido un buen año para las mujeres en España, a pesar del presupuesto récord con el que contaba el Ministerio de Igualdad: 573 millones de euros. Esta cuantía no ha impedido que se hayan disparado en nuestro país tanto las agresiones sexuales con penetración (3.693) como los asesinatos de mujeres cometidos por hombres (55). Para más inri, los peores datos de delitos sexuales en siete años, con el llamativo aumento de violaciones en grupo, coincidieron con la excarcelación de 126 violadores y pederastas gracias a la ley del sólo sí es sí. En definitiva, un annus horribilis para Igualdad.
Estos datos no son achacables a la ministra Ana Redondo, que sustituyó a Irene Montero en el cargo el pasado 21 de noviembre, un mes antes del fin de año, pero sí que cabe exigirle una revisión de las políticas para que 2024 no abunde en esta inercia. Por lo pronto, la ministra socialista ha culpado al «acceso a los menores a la pornografía» de este auge, una casuística desmentida por cada vez más expertos, y un análisis a partir del cual no parece que vaya a solventarse el problema.
Sobre las agresiones sexuales con penetración, este ha sido el peor año desde que el Gobierno recuperó el gabinete de Igualdad, integrado en 2010 en Sanidad. Las cifras hablan por sí solas: en el período de enero a septiembre de 2023, y en comparación con igual período de 2022, estas se han disparado un 12,3%: de 3.288 a 3.693. De estas, según datos del Instituto Nacional de Estadística que son ocultados por el Ejecutivo, un 46% son cometidas por extranjeros (y dentro de este estrato, el 20% por africanos, cuando suponen el 2,4% de la población española).
Otro fenómeno muy preocupante dentro del auge de la violencia sexual en España es el aumento de las violaciones grupales, en las cuales cada vez están involucrados -como víctimas- más menores de edad. El reciente Informe sobre delitos contra la libertad sexual de 2022 elaborado por el Ministerio del Interior constata que en las violaciones grupales se han doblado en tan sólo cinco años. En 2017 hubo 384 casos hasta casi doblarse en 2022, que registra 632.
Asesinatos de mujeres
En cuanto a asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, este ha sido también un mal año, el peor desde 2019 y el tercero peor de la década: 55 víctimas. Una cifra que sólo por detrás de 2015 -59 mujeres fueron asesinadas ese año- y 2019 -56-. La cifra supera, preocupante y ampliamente, el número total de víctimas mortales que se contabilizaron en 2021 y 2022, dos años consecutivos en los que se registraron 49 crímenes de esta naturaleza.
Este auge tanto de los feminicidios como de la violencia sexual contra la mujer se explica desde el Ministerio de Igualdad arguyendo que «las políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal» se traducen en una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Eso habría reducido «los niveles de infradenuncia que pueden existir en estos tipos penales». Pero los expertos consultados por THE OBJECTIVE aportaron en su día otras posibles explicaciones.
De hecho, desde el gabinete se continúa ocultando convenientemente que el 45,5% de esos presuntos asesinos (25 de esos 55) son extranjeros, que es un factor que no se contempla porque supuestamente daría alas a los discursos xenófobos. Sin embargo, esta máxima no se aplica a los asesinatos que implican a miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: pese a haber protagonizado solo tres de estos feminicidios, desde Igualdad se les señaló y se anunciaron medidas específicas como revisar las licencias de armas con «perspectiva de género».
El presupuesto
Las cifras contrastan con el esfuerzo económico del Estado en el Ministerio de Igualdad, que cuenta año tras año con un presupuesto más abultado. Su dotación en los PGE de 2016 fue de 45 millones de euros, aumentó hasta los 51 millones al año siguiente y contó en 2018, 2019 y 2020 –por la prorrogación de las cuentas– con 181 millones anuales. La llegada de Irene Montero al Ministerio disparó la inversión en este gabinete: 459 en 2021, 525 en 2022 y 573 en 2023. Todavía no se conoce la dotación de 2024, pero este medio ya adelantó que volverá a marcar un récord.
No es tanto la cantidad, sino a qué se destinan, y en este sentido cada vez hay más voces críticas. A finales de 2022, el Partido Feministas al Congreso (PFAC) emitió un comunicado criticando «la inactividad e ineficacia de este Gobierno para tomar las medidas necesarias sobre violencia contra las mujeres» y que «el Ministerio de Igualdad gaste su presupuesto en campañas inútiles y pueriles como la de 47 millones de feminismos o la del derecho a ir a la playa».
Este mismo año las víctimas de violencia de género, aglutinadas en el Consejo Nacional de Mujeres y Menores Resilientes de la Violencia de Género, han pedido por primera vez que se revisen las políticas de igualdad porque «se tiran millones de euros en propaganda mientras no tenemos dinero para protección».
La presidenta del consejo, Elena del Pilar Ramallo, solicita a la ministra Ana Redondo «que inicie una nueva etapa y que cuentan con técnicos, expertos y personas que conozcan nuestras realidades»: «Hay que adoptar profundas reformas. No queremos lemas, ni escuchar que la derecha sea la única responsable. Fallan las medidas porque no se conoce la realidad y los diagnósticos son erróneos. En todos estos años, no hemos oído ni una sola medida real y necesaria para evitar el sufrimiento, el maltrato, abusos ni los asesinatos».
