Abusos sexuales

Piden 10 años de cárcel para un joven por violar a otro en el cuarto oscuro de una discoteca de Barcelona

El acusado asegura que las relaciones sexuales fueron consentidas y que intercambiaron los teléfonos

Sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
Amazon cumple con su política lingüística y vuelve a plantar cara a los independentistas radicalesEuropa Press

La Audiencia de Barcelona ha juzgado este jueves a un acusado de presuntamente violar a un joven en el cuarto oscuro de la discoteca Arena la madrugada del 26 de enero de 2020.

En su turno para declarar, el acusado ha negado que lo violara sino que según su versión se conocieron en el cuarto oscuro, tuvieron relaciones sexuales consentidas y al salir él le pidió el número de teléfono al denunciante para seguir en contacto.

El denunciante ha declarado a puerta cerrada y con una mampara que impedía que tuviera contacto visual con el acusado, y ha relatado que tras tener sexo oral con el acusado él presuntamente lo empujó contra la pared para penetrarlo sin preservativo y sin su consentimiento a pesar de que él se negó.

La acusación particular reclama una condena de 10 años de cárcel para el acusado y la Fiscalía, que inicialmente reclamaba una pena de 5 años por un presunto delito de abuso sexual, ha elevado la petición a 10 años por presunta violación una vez expuestas todas las pruebas en el juicio.

Como testigo ha declarado un amigo del denunciante que esa noche fue de fiesta con él y que también entró al cuarto oscuro, y ha contado: "Ese mismo día, antes de entrar, él me dijo: 'Yo nunca tendré relaciones sexuales en un cuarto oscuro'. Me sorprendió mucho ver que lo estaba penetrando".

Ha explicado que vio "al menos dos veces" como el denunciante se intentaba girar y el acusado lo empujaba de cara a la pared agarrándolo de los brazos, pero al verlo no estaba seguro de si era consentido, y que al salir del cuarto oscuro su amigo le contó que el acusado lo había agredido.

Esa misma noche al denunciante le habían robado el móvil, por lo que cuando el acusado le pidió su número quedaron en que le enviaría un mensaje para que pudiera guardar el suyo.

Al denunciar la violación, los Mossos le recomendaron al joven que hiciera un duplicado de su tarjeta SIM para poder localizar al sospechoso (del que no sabía nombre completo ni estaba identificado) si finalmente le escribía, y así lo encontraron.