El amigo invisible más literario vuelve un año más a la plaza del Pilar

La iniciativa Libros que importan vuelve un año más a la plaza del Pilar de Zaragoza. Del 26 al 30 de diciembre, el intercambio literario que organiza la asociación zaragozana Atrapavientos –con el apoyo del ayuntamiento y la colaboración de la universidad– contará con su caseta en el tradicional mercado navideño. La iniciativa surgida en la capital aragonesa en el año 2016 celebrará así su séptima edición presencial en la plaza del Pilar. 

El proyecto Libros que importan echó a volar por sí mismo al poco tiempo de nacer, llegando a a otras localidades españolas e incluso dando el salto al exterior. Su funcionamiento es claro y sencillo: cada lector elige un libro, explica en sus primeras páginas por qué es importante para él, lo envuelve en papel de regalo y lo deja listo para que otro lo reciba. Una especie de amigo invisible literario que en 2022 recibió el Premio Nacional de Fomento de la Lectura.

La iniciativa ha parado este año en las tres capitales de provincia aragonesas y en otras cuatro poblaciones gracias al patrocinio del Fondo AWS InCommunities, que gestiona la organización Change X para la promoción de actividades comunitarias. De hecho, este sábado se ha celebrado con gran éxito en Teruel. Este próximo martes volverá a la plaza del Pilar, donde ya ha convertido en una tradición en estas fechas tan señaladas.

Antes de entregar el libro en la caseta, habrá que registrarlo en el formulario 'online' que se habilitará para cada municipio. A cambio, cada participante recibe el libro importante de otra persona.

El intercambio –en las últimas ediciones presenciales en Zaragoza se han canjeado unos 2.000 ejemplares– se realizará en la citada caseta de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 22.00 horas. La inscripción 'online' es también la forma de optar al Premio Matildas y Bastianes a la mejor dedicatoria, creado por Atrapavientos para fomentar la creatividad literaria entre los participantes.

Como casi todas las ideas que se hacen grandes, Libros que importan nació de un ‘Y si...’. «En 2015 celebramos una cena literaria en Zaragoza y a los asistentes les pedimos que trajeran un libro envuelto para hacer una especie de amigo invisible. Así empezó todo y muy pronto el proyecto se nos fue de las manos porque la gente lo hizo suyo», explica el coordinador de la iniciativa, Jorge Gonzalvo. Tanto es así que la iniciativa se ha exportado a muchas ciudades españolas e incluso ha dado el salto al extranjero.

 No en vano, desde su nacimiento, el proyecto se ha llevado a cabo en 14 ciudades españolas además de en Ciudad de México, Estocolmo y Utrecht.