Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El “mandato” de Rajoy y otros episodios de la guerra sucia a Podemos
El turismo masivo amenaza la calidad de vida de las ciudades medianas
Opinión - 'Sobre la mismidad de Sánchez', por Esther Palomera

¿Haces algo el viernes, Alberto? “Suicidarme políticamente”

(I-D) La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante la cena de Navidad del PP de Madrid

54

“A día de hoy seguimos esperando para que nos diga qué día le viene mejor”, dijo este martes la ministra portavoz del gobierno, Pilar Alegría, sobre la no-reunión entre el presidente Sánchez y el-ganador-de-las-elecciones Núñez Feijóo. Le habían propuesto tres fechas posibles para verse en Moncloa antes de acabar el año: el lunes pasado, el viernes 22 y el viernes 28. Y como Feijóo sigue sin responder, el gobierno directamente le pregunta qué día le viene mejor, y además le asegura que en la reunión “puede abordar cualquier tema que sea de su interés”.

Es normal que el-ganador-de-las-elecciones no encuentre un rato libre para reunirse con el presidente, nos ponemos en su lugar y lo entendemos: estamos en la semana prenavideña, andamos todos muy liados con compras, comidas y cenas de empresa, el amigo invisible, quedadas con colegas, ir con la familia a ver las luces… Tampoco son días de mover el coche, que está todo fatal. Y en cuanto los niños estén de vacaciones, peor. ¿Cómo vas a sacar un hueco para reunirte con el presidente? Es verdad que nunca había ocurrido: los anteriores líderes de la oposición, tanto del PP como del PSOE, siempre acudieron a la Moncloa, por muy enconada que estuviera la relación. Pero seguro que no era en fechas prenavideñas, listillos.

En vez de decir que está muy liado, y que ya nos veremos después de las fiestas, Núñez Feijóo pone excusas poco creíbles: que si no me has enviado el orden del día por escrito, que si me he enterado por la prensa, que si solo quieres hacerte una foto, que si es una cortina de humo para tapar la indignidad de Puigdemont o lo de Pamplona… Y más excusas que tendrá que inventar, porque el gobierno le va a repetir la invitación todos los días, ya que por lo visto es normalidad institucional que el presidente y el líder de la oposición se reúnan.

Es fácil de entender que a Feijóo le dé cosica dejarse ver en público con Sánchez después de meses acusándolo de indignidad, engaño a los ciudadanos, fraude electoral, degradación política y moral, el mayor ataque a la democracia, lo más triste desde el 23F, pacto encapuchado con terroristas…, y de haberse manifestado todos los domingos contra él. La deriva (ultra)derechizante de Feijóo, en su intento por reconquistar el espacio electoral de Vox, le exige ahora dar plantón al presidente o al menos hacerse el difícil, no sea que le acusen de derechita cobarde por dar un apretón de manos en las escaleras de Moncloa.

Hay quien ve en todo esto un daño a la institucionalidad democrática, por parte además de quien vino de Galicia con aires de hombre de Estado. Yo me lo tomo por el lado cómico, no puedo evitarlo, y me acuerdo de aquella escena de 'Sueños de un seductor' en la que Woody Allen intentaba ligar en un museo. Se acercaba a una chica y comentaban un cuadro. Después de que ella dijese que en el lienzo veía la negatividad del universo, el terrible vacío y la soledad existencial, la nada, solo desolación, horror y degradación, Allen probaba suerte: “¿Qué haces el sábado?”. “Suicidarme”, respondía ella. “¿Y el viernes por la noche?”, insistía el seductor, por si había alguna oportunidad.

Pues lo mismo con Feijóo. Después de que “el-ganador-de-las-elecciones” repita que en el gobierno solo ve negatividad, desolación, horror y degradación, Sánchez le pregunta: “¿Qué haces el viernes 22, Alberto?” “Suicidarme políticamente”, responde él, “suicidarme políticamente un poquito más, dar otro paso en mi deriva radical, dejar de ser el líder centrista, moderado y responsable que un día creyeron”. “¿Y qué tal el jueves?”, insiste el gobierno.

Etiquetas
stats