El infierno del «bullying» en hasta tres centros de la concertada y privada asturiana: «Le mearon encima por negarse a una felación»

ASTURIAS

Imagen de espaldas de la familia afectada
Imagen de espaldas de la familia afectada

Los padres de un menor acosado desde los seis años en Asturias relatan las situaciones con las que lidiaba su hijo: «Los compañeros le llegaron a arrancar el pelo en clase»

09 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Arturo (nombre ficticio para conservar el anonimato del menor, por petición expresa de los padres) es un niño asturiano al que con siete años le diagnosticaron Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH). Ahora tiene catorce, pero desde que apenas tenía seis se ha visto envuelto en varias situaciones de acoso escolar en hasta tres centros educativos concertados y privados de la comunidad, según denuncian sus padres. Uno de los peores episodios que relatan los progenitores de Arturo sucedió el 19 de octubre de 2016 cuando cursaba 2.º de Primaria en el Colegio Maristas Auseva de Oviedo. Una sentencia del 5 de noviembre de 2018 del Juzgado de Primera Instancia nº4 de Oviedo recoge como hechos probados y admitidos como ciertos por la parte demandada (el colegio) la siguiente situación: «Entre las 15.40 y las 15.50 horas, tres alumnos de 2.º de Primaria, le enseñaron el pene y le dijeron: 'chúpamela o te pego'». «Le mearon encima por negarse a la felación», asegura la madre con voz entrecortada al recordar la situación.

En la sentencia, los padres exigieron al colegio una reclamación de 10.000 euros por los daños y perjuicios sufridos. La magistrada absolvió al colegio sin imposición de costas para las partes debido a que «el caso presentaba serias dudas jurídicas, dada la dificultad de calibrar la responsabilidad del centro», según argumenta el escrito, en el que la jueza valora además que «con posterioridad a los hechos, el colegio adoptó las medidas adecuadas para evitar su repetición». En todo caso, el desenlace de la situación, destapada por ElDiario.es, fue un cambio de colegio para Arturo. «En 1.º de Primaria ya vi cosas que no me gustaron, pero en 2.º de Primaria siempre fue contento al colegio. De toda esta situación nos enteramos porque nos llamó uno de los padres. Él no contaba nada, solo nos dijo que no nos preocupáramos, que no se la había chupado a nadie», explica la madre del menor. Por su parte, el actual director del centro, Nicasio González, asegura que «desde el colegio aplicamos la normativa que pide el servicio de Inspección Educativa».

Acosado en el Maristas, el Nazaret de Oviedo y Los Robles de Pruvia

De acuerdo al relato de los padres, desde esa primera situación vivida en el Colegio Maristas Auseva de Oviedo, Arturo habría sufrido «bullying» por parte del resto de compañeros hasta en dos centros educativos asturianos más: el colegio Nazaret de Oviedo y el colegio de Fomento Los Robles, un centro concertado bilingüe del Opus Dei situado en Pruvia. Su entrada en el Nazaret se dio inmediatamente después de abandonar el Maristas. «Lo sacamos como en enero o febrero y probamos en el Nazaret. Después del curso que había vivido iba más retrasado que el resto de sus compañeros y no miraron por él. Fueron todo problemas hasta mayo, cuando un niño de unos tres años mayor le pegó tanto a mi hijo como a otro niño», explica la madre de Arturo, quien añade otra desagradable situación vivida en el mes de junio: «Cuando fui a recogerlo veo que hay un montón de niños en corro y cuando me acuerdo veo que están pegando patadas a uno de ellos. Cuando fui a sacarle vi que era mi hijo. Inmediatamente después lo sacamos del colegio».

«Salía a llorar a un banco de la calle para que no me viera mal en casa»

Los indicios para percatarse de que Arturo estaba sufriendo «bullying» fueron progresivos, señala la madre. Si bien Arturo no contaba nada en casa de lo que estaba sufriendo, los padres notaban que «los compañeros le echan siempre a él la culpa de todo en cualquier situación o le hacían de menos dejándole solo». «Estuvo yendo a un psicólogo infantil porque no aguantaba más. Es una situación muy dura para todos porque nosotros intentábamos estar bien en casa, pero yo llegaba a salir a la calle para llorar en un banco y que no me viera», lamenta la madre del menor.

Imagen de espaldas del menor afectado por los casos de acoso
Imagen de espaldas del menor afectado por los casos de acoso

El siguiente centro educativo al que acudió Arturo pasado el verano fue el colegio de Fomento Los Robles, en Pruvia, de donde tuvo que salir el pasado curso por situaciones similares de «bullying». «Empezó muy bien a pesar de que repitió curso, pero fue tirando y estaba contento en clase que era lo más importante. Ya en 6.º de Primaria empezó a tener problemas», desarrolla la madre de Arturo, incidiendo en que «cuando eran más pequeños hacía gamberradas, pero según van creciendo son mucho más fuertes». La situación derivó, según la versión de la madre, en que «terminaron por separar el aulo porque la mitad eran unos acosadores y la otra mitad estaba sobreviviendo como podían».

«Los compañeros le llegaron a arrancar el pelo en clase»

El proceso de acoso, siempre de acuerdo al relato de los padres del menor, se incrementó hasta el punto de que Arturo tuvo que ingresar en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) porque «al venir del campamento de verano solo quería estar en la cama». «No era una situación normal, estaba claro que algo le estaba pasando», explica la madre, asegurando que «tras hacerle todo tipo de pruebas, los médicos coincidieron en que estaba en depresión». Después de más incidentes de acoso, los padres procedieron a avisar a la Consejería de Educación porque «el centro negaba los hechos y no estaban por la labor de solucionar el problema». «Estaba tan nervioso en clase que se arrancaba el pelo. También llegaron a arrancarle el pelo los compañeros», lamenta la madre de Arturo, quien aguantó hasta final del curso pasado en el colegio de Fomento Los Robles. Este año ya ha empezado en un nuevo centro escolar que los padres prefieren mantener bajo el anonimato para la protección del menor.

El procedimiento en Los Robles sigue abierto por parte de Educación

Desde la Consejería de Educación confirman que efectivamente la familia habría contactado con ellos por vía telefónica para trasladar que el menor o había sufrido un caso de acoso escolar y denunciar que desde el centro no se habían adoptado las medidas oportunas. El personal de la consejería les notificó de que debían aportar datos concretos para poder investigar los hechos que relataban, que entregaron en agosto por escrito al Servicio de Inspección. En septiembre, tras el inicio del curso actual, el Servicio de Inspección, a la luz de los indicios presentados por la familia y pese a que el alumno ya no está matriculado en el colegio de Fomento Los Robles, la Consejería instó a la dirección a reabrir el protocolo. El centro lo reabrió, pero volvió a desestimar la denuncia al considerar que no hay indicios de acoso escolar.

«El Servicio de Inspección recibió ese informe y determinó que no se habían seguido los pasos del procedimiento de manera adecuada, por lo que, por segunda vez, requirió al centro a que abriera el protocolo», indican desde la Consejería de Educación, donde por el momento mantienen abierto el procedimiento y desde donde recuerdan que «en estos casos, se debe tener en cuenta tanto el protocolo contra el acoso escolar del Principado como el decreto de derechos y deberes del alumnado vigente en el Principado». «Al haber concluido el curso en el que supuestamente se produjeron los hechos y al haber trasladado el expediente de escolarización del alumno denunciante, en principio no cabe la adopción de medidas concretas», rematan las fuentes consultadas.