Este artículo va dedicado a todos aquellos que alardean del magnífico slogan: “la IA no va a quitarnos el trabajo, te lo va a quitar el que sepa utilizarla”. Bien, una excavadora robótica ha sido capaz de construir un muro gigante de piedra ella solita, sin la ayuda humana.

No solo eso. Tal y como han explicado los investigadores del instituto de investigación ETH Zurich, quienes están detrás de este proyecto, el robot excavadora fue capaz de apilar todo tipo de piedras de formas aleatorias con una precisión inaudita. Uno de esos trabajos físicos donde la mayoría estarán de acuerdo en la mejora que supone gracias a la tecnología (y la IA), todos menos los operarios de excavadoras.

El nombre dado a este nuevo invento responde al título de HEAP (Hydraulic Excavator for an Autonomous Purpose), en esencia, una excavadora andante Menzi Muck M545 de 12 toneladas que fue modificada por el equipo de ETH Zurich añadiéndole un sistema de posicionamiento global GNSS, una IMU (unidad de medición inercial) montada en el chasis, un módulo de control y sensores LiDAR en la cabina y en su brazo excavador.

Cuentan los investigadores que el desarrollo ha tenido varias fases. En primer lugar, escanearon un sitio de construcción para luego desarrollar un mapa 3D del mismo y registrar las ubicaciones de las rocas (de varias toneladas cada una) que se habían arrojado en el enclave.

Luego, el robot fue capaz de levantar cada roca del suelo y, utilizando tecnología de visión artificial para estimar su peso y centro de gravedad, llevar a cabo un registro de su forma tridimensional.

En la segunda fase, se puso en marcha un algoritmo que se ejecutaba en el módulo de control de HEAP. Desde ahí, determinó la mejor ubicación para cada roca, siempre con la idea de construir un muro de piedra seca (un muro de piedras apiladas sin mortero de por medio) estable de 6 metros de alto y 65 metros de largo. 

Foto: ETH Zurich

Finalmente, la tercera fase constaba de la construcción del muro por parte de HEAP (según el equipo, de 20 a 30 rocas por sesión de construcción). ¿El resultado? Un muro “perfecto”, cuenta el equipo, ya que las coordenadas sobre las que se ideó el proyecto se plasmaron a la perfección sobre la zona de construcción.

El trabajo, publicado recientemente en Science Robotics, recuerda que el sistema permite utilizar cantos rodados u otros materiales de construcción de origen local, por lo que no es necesario desperdiciar energía trayéndolos de otros lugares.

Un avance asombroso en el sector de la construcción y una tecnología imparable que no ha hecho más que empezar a rodar.

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