Milei cede a “la casta” de Macri los ministerios estrella para ejecutar sus promesas electorales

“Estamos trabajando de múltiples maneras para formar equipos. Vamos a elegir a los mejores para cada lugar", afirmó ayer viernes la futura ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino.

El primero en apearse ha sido el economista mano derecha de Milei, Emilio Ocampo, que iba a ser nombrado presidente del Banco Central para, paradójicamente, cerrarlo. El experto no aceptará la designación debido a que su plan estrella, la dolarización del país, está en dudas y tal vez no se concrete.

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En reemplazo de Ocampo y sus proyectos de adoptar la divisa estadounidense, se perfilan los financistas Luis Caputo y Demian Reidel como ministro de Economía y jefe del Banco Central, respectivamente. Ambos son macristas ‘pata negra’ pues actuaron en el Gobierno del derechista Mauricio Macri (2015-2019).

Exejecutivo en Wall Street de J. P. Morgan y Deutsche Bank, Caputo fue ministro de Finanzas y jefe del Banco Central en la era Macri. Es recordado por controvertidas emisiones de deuda pública. La más sonada: un bono a 100 años que fue comprado, en parte, por un fondo de inversión que le había pertenecido.

Por sus medidas poco transparentes, el exministro afronta dos causas penales en la Justicia. No obstante, Milei apuesta por él y tiene en consideración su experiencia. "Luis Caputo está en condiciones de estar en el cargo (de ministro de Economía) y tiene la ‘expertise’ necesaria para resolver los problemas que tenemos", declaró el miércoles.

Otra macrista ‘pata negra’, Patricia Bullrich, reciente presidenciable de Macri y la coalición de derecha Juntos por el Cambio, en el ministerio de Seguridad, asoma como la gran sorpresa. La dirigente política de derechas ya ocupó esa cartera entre 2015 y 2019 con Macri en la Casa Rosada.

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Aquella gestión suya quedó marcada por varios crímenes de las fuerzas de seguridad que ella dirigía. Por caso, las muertes en Patagonia de los jóvenes Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, atribuidas a la gendarmería y la prefectura. Y los asesinatos de delincuentes con ‘gatillo fácil’, policías disparando a la espalda.

Durante la campaña, Milei había acusado de “terrorista” a Bullrich porque en su juventud, sostuvo, “puso bombas en jardines de infantes” (parvularios). Pero para la segunda vuelta electoral, ambos se 'perdonaron' y, en una reunión con Macri, establecieron una alianza que le permitió a Milei ganar el balotaje.

Con esta danza de candidatos a funcionarios, Macri se cobra en altos cargos los millones de votos que él y Bullrich le donaron a Milei para que triunfe. Y a la vez el expresidente coloniza el próximo gabinete del nuevo mandatario. La consigna parece ser “Milei al gobierno, Macri al poder”.

Milei prometió en campaña acabar con “la casta política”, pero ahora echa mano de los políticos de siempre. Además de Macri, ha recurrido a Juan Schiaretti, dirigente peronista y gobernador de la provincia de Córdoba. Colocó a dos ‘schiarettistas’ en transporte y seguridad social, Franco Mogetta y Osvaldo Giordano, respectivamente.

Conocido el despliegue del macrismo en el próximo gabinete, el ministro bonaerense de Desarrollo de la Comunidad, el peronista Andrés Larroque, opinó que Milei "le terminó lavando la cara a Macri" porque éste “no pudo ser candidato” en las elecciones y, sin embargo, ahora recobra protagonismo.

Y el secretario adjunto del partido peronista, Omar Plaini, ironizó sobre la actitud de Milei porque, sostuvo, “parece Grocho Marx que dijo ‘tengo mis principios, si no le gustan tengo otros”. "Pone a un funcionario, a los diez minutos lo saca y pone otro que responde a Mauricio Macri", observó.

Milei anunció el freno a la obra pública y su adjudicación a privados. El presidente de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, alertó que “ya hay telegramas de despidos en las empresas”. Y el secretario del Sindicato de Trabajadores de Vialidad, Fabián Cattanzaro, advirtió que "están en peligro 200 mil puestos de trabajo y otros 300 mil que genera la cadena de valor".