Freddie Mercury: el icono de la música que fue un creador de las tendencias más impactantes
El 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury dejó huérfano al mundo de la música. Repasamos cómo este músico inigualable también fue todo un icono de moda y estilo.
Desde la licra a los colores vibrantes, pasando por los estampados más llamativos, las prendas de cuero, las lentejuelas, los cuadros y el pelo shaggy... Freddie Mercury no era solo un músico inigualable con talento para tocar, cantar y componer. También era un creador nato de tendencias, un transgresor capaz de inspirar con su sola presencia y de dejar una huella indeleble en el mundo artístico. Fallecido el 21 de noviembre de 1991, a los 45 años, sus canciones, banda sonora de la vida de tantas personas, y su estilo son su mejor legado.
Si en 2018 la película Bohemian Rhapsody, que documenta su singular vida y trayectoria, puso en primer plano su figura, la vuelta del musical We will rock you 20 años después de su estreno vuelve a traer a la actualidad la vida de Mercury, ese niño de ascendencia parsi nacido en la isla de Zanzíbar cuyo talento musical fue descubierto por el director del internado en el que pasó parte de su infancia.
Su llegada a Londres tras la revolución de Zanzibar marcó su vida. No solo le dio la oportunidad de entrar en la Escuela de Arte Ealing y de trabajar en una tienda de moda despertando su interés por el mundo fashion, sino que también le brindó un panorama musical en el que estaba destinado a brillar con su voz única y su personalidad arrolladora.
Apasionado de la moda, la convirtió en bandera de libertad y rompió con las normas de género décadas antes de que el mundo de la moda apostara por ello. A finales de los 60 y durante las décadas de los 70 y 80 y él no dudaba en pintarse las uñas de negro, usar medias de licra, vestir un mono de rombos o una chaqueta de cuero amarilla y hacer del rosa un color recurrente en su armario. "Yo me veo a mí mismo como un hombre de extremos. Creo que cada persona está hecha de muchos ingredientes. Tengo un lado muy blando y un lado muy duro", dijo en una entrevista.
Cada uno de sus shows con Queen eran más que un concierto de música, eran la mejor prueba de su talento, una oportunidad constante para apreciar sus dotes teatrales, su capacidad para crear un código estético capaz de perdurar en el tiempo y de inspirar a las grandes firmas de moda, de Gucci a Balmain. La mejor prueba de que su originalidad sigue siendo indiscutible casi 30 años después de su muerte.
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