Fayna Bethancourt, tras cumplirse un año de la fuga de Carlos Navarro 'El Yoyas': "Sigo sintiendo que va a acabar conmigo"

Fayna Bethancourt lleva un año sin poder disfrutar de la sensación de plena libertad que le garantizó un juez sentenciando como culpable a su maltratador, Carlos Navarro 'El Yoyas'. El mediático exconcursante de 'Gran Hermano' debía cumplir cinco años de condena en prisión por violencia de género, pero no se presentó en la cárcel el día de su ingreso y desde entonces está en busca y captura. Una búsqueda que según siente Fayna, es totalmente "pasiva" y por ello ha hecho un llamamiento en 'Código 10'. 

Han pasado 365 días y la Policía aún no ha dado con el paradero de Carlos Navarro 'El Yoyas'. Aunque Fayna Bethancourt ha rehecho su vida, siente que lleva "una pesada cruz a cuestas" que le impide vivir. "Soy consciente de que cuanto más tiempo pase, más en peligro estoy porque todo se diluye. Se va a sentir más confiado (...) Una parte de mí sigue sintiendo que va a acabar conmigo", explica a Nacho Abad y David Aleman en 'Código 10'. 

Fayna tiene miedo de que el delito prescriba y de que su maltratador se presente un día en la puerta de su casa presumiendo de su libertad. La canaria está convencida de que 'El Yoyas' tiene los medios económicos y la ayuda de su entorno para mantenerse escondido en los próximos años y no llegue a cumplir su condena por maltrato continuado en los dieciséis años de relación. 

La sentencia condenatoria ha sido recurrida en varias ocasiones por Carlos Navarro, sin embargo los jueces siguen dando la razón a Fayna. Pero hoy en día el daño no está ni de lejos reparado. A Fayna se le sigue quebrando la voz y le entran temblores y escalofríos cuando escucha la voz de su maltratador. En 'Código 10' hemos sido testigos de ello cuando el programa ha emitido los durísimos audios del 'Yoyas' hablando con su hija menor de edad e insultando a Fayna. 

"Una piensa que está fuerte. Sé que lo soy porque me he dado cuenta a lo largo de este tiempo. Y tienes la sensación de que hay cosas que ya no me van a afectar, pero escucho su voz y me pasa esto. Pero no va a poder conmigo porque yo tengo un mensaje que lanzar esta noche y lo voy a hacer", explicaba la exparticipante de 'Gran Hermano'.

Para Fayna, "cada minuto, semana y año que pasa, él lo celebra", señalaba. La canaria entiende que "la policía hace muchas veces lo que puede con lo que tienen" así que se dirigía directamente al Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: "Que me escuche y me haga caso. Nadie me da soluciones. Nadie encuentra a Carlos Navarro Merino, condenado por violencia de género".

En ese sentido, Fayna es consciente de que es la cara visible de una situación que viven muchas mujeres maltratadas. Por eso también ha mostrado su indignación al haberse enterado recientemente de "una unidad policial que busca a fugitivos y criminales peligrosos como narcotraficantes, pedófilos y asesinos pero en esa unidad no busca a los condenados por violencia de género huidos por la justicia. No existe búsqueda activa para esos fugitivos", revelaba.

"Que sepan todas las mujeres que a sus maltratadores huidos no les van a buscar activamente. Es una búsqueda pasiva", incidía después. El enfado de Fayna Bethancourt ante esta presunta pasividad de las autoridades policiales fue en aumento tras la investigación de 'Código 10', que siguió las 'huellas' del 'Yoyas' hasta un pueblo de Barcelona, donde algunos testigos aseguran que vive en la casa familiar en una urbanización de la localidad.

Algunos incluso parecían conocer el paradero exacto y no querer revelarlo para protegerle. "Lo que me indigna es que sea tan difícil conseguir una orden de registro en esa casa y en las colindantes. Porque aquí el problema es que lo van moviendo. Y que tengamos que escuchar a esas personas en esa urbanización que está ahí y que la Policía no haga nada", reaccionaba Fayna Bethancourt en 'Código 10'.

Tras la entrevista en 'Código 10', Nacho Abad y David Aleman le deseaban a Fayna Bethancourt que descansase de esta pesadilla lo antes posible. Ella terminaba su intervención dándoles las gracias por acogerla y por darle "voz, que para mí es un salvavidas".