Ciencias Planetarias / Ciencias de la Tierra

Un antiguo mundo alienígena se oculta bajo el manto de la Tierra

Las extrañas “manchas” de material cerca del núcleo de la Tierra serían restos del antiguo planeta Theia

El gigantesco impacto ha dejado huellas duraderas en la composición de la Tierra.

El gigantesco impacto ha dejado huellas duraderas en la composición de la Tierra. / Crédito: Hernán Cañellas.

Pablo Javier Piacente

Investigadores de China, Estados Unidos y el Reino Unido han descubierto evidencias de que trozos de Theia, el enorme cuerpo del tamaño de Marte que chocó contra la Tierra hace 4.500 millones de años y propició la creación de la Luna, aún permanecen dentro de nuestro planeta, en concreto en el manto terrestre. Podrían ser cruciales para desentrañar los misterios que aún persisten sobre la formación de la Tierra, la Luna y el Sistema Solar.

Un nuevo estudio internacional dirigido por investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech), en Estados Unidos, sugiere que restos de un antiguo mundo alienígena que chocó violentamente con nuestro planeta hace aproximadamente 4.500 millones aún se encuentran atrapados en las profundidades de la Tierra, en concreto cerca del límite entre el núcleo y el manto. La investigación ha sido publicada recientemente en la revista Nature.

Restos de Theia en el manto terrestre

Según una nota de prensa, esto explicaría el origen de las misteriosas “manchas” de material encontradas en el manto terrestre, que son anómalas en cuanto a su composición con respecto al resto de ese sector del interior de la Tierra. La anomalía se debería precisamente a su origen foráneo: serían restos de Theia, el antiguo planeta que colisionó contra la Tierra e hizo posible la formación de la Luna, nuestro único satélite natural.

De la misma forma que concluía un estudio previo, también conducido por el científico Qian Yuan, los investigadores sostienen que el enorme impacto protagonizado por Theia y la Tierra hace 4.500 millones de años no solo dejó huellas duraderas en la Luna, sino también en nuestro planeta. De confirmarse esta hipótesis, el análisis de este material encerrado en el manto terrestre tendría el potencial de aclarar numerosos misterios en torno a la formación de la Tierra, la Luna e incluso los inicios del Sistema Solar.

El equipo multidisciplinario a cargo del nuevo estudio logró modelar diferentes escenarios para la composición química de Theia y su impacto con la Tierra. Las simulaciones confirmaron que la física de la colisión podría haber llevado a la formación tanto de las extrañas “manchas” de material en el manto terrestre como a la composición de la Luna. Partes del manto de Theia podrían haberse incorporado al de la Tierra, donde finalmente se aglomeraron y cristalizaron para formar las dos manchas de material identificadas en el límite entre el núcleo y el manto de nuestro planeta. En tanto, otros restos de la colisión se mezclaron para formar la Luna.

Una nueva investigación responde a dos antiguos misterios de la ciencia planetaria: ¿qué son las misteriosas "manchas" gigantes de material cerca del núcleo de la Tierra y qué pasó con el planeta que se estrelló contra la Tierra para crear la Luna? Los científicos sugieren que los restos de ese antiguo planeta todavía se encuentran dentro de la Tierra, lo que explica los orígenes de las "manchas" cerca del límite entre el núcleo y el manto. Crédito: Caltech / YouTube.

“Gotas” de hierro como huellas del impacto

Además, los investigadores revelaron que como el manto inferior de la Tierra no se derritió totalmente por el impacto, las gotas de material rico en hierro de Theia permanecieron prácticamente intactas, mientras se deslizaban hacia la base del manto. Si el manto inferior terrestre hubiera estado más caliente, al haber recibido más energía del impacto, el material procedente de Theia se habría mezclado mejor con el material rico en hierro de la Tierra y no habría preservado su huella distintiva.

Ahora, los científicos intentarán examinar cómo la presencia temprana del material heterogéneo de Theia en las profundidades de la Tierra podría haber influido en los procesos internos de nuestro planeta, como por ejemplo la tectónica de placas. En definitiva, los investigadores buscarán determinar la influencia que tuvieron las “manchas” de material procedentes de Theia en la evolución más temprana de la Tierra, incluyendo la formación de los primeros continentes y el origen de los minerales terrestres más antiguos.

Referencia

Moon-forming impactor as a source of Earth’s basal mantle anomalies. Qian Yuan et al. Nature (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-023-06589-1

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