PSOE

Pedro Sánchez: “Cataluña está lista para el reencuentro total, por eso defiendo hoy la amnistía”

"Haciendo de la necesidad virtud", el líder de los socialistas ha reconocido que la amnistía “no era nuestro plan en este momento", pero "es condición para un Gobierno de progreso"

La mayoría de barones socialistas, a excepción del manchego Emiliano García-Page, han acudido al Comité Federal con la pretensión de ratificar su respaldo a las negociaciones y al secretario general

Sánchez defiende “en el nombre de España, en el interés de España” la amnistía al 'procés'

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

Iván Gil / Juan Ruiz Sierra

Pedro Sánchez ha marcado definitivamente posición sobre la amnistía tras varias semanas rehuyendo hasta del término. Lo ha hecho este sábado ante el Comité Federal del PSOE y antes de celebrar la consulta para recibir el aval de las bases a las negociaciones para la investidura. “Cataluña está lista para el reencuentro total, por eso defiendo hoy la amnistía”, se ha lanzado tras reconocer previamente que no estaba en sus planes dar este paso en estos momentos. Ni figuró en su programa electoral ni tampoco se dejó la puerta abierta a una medida de este tipo en la pasada legislatura. Más bien al contrario, puesto que siempre se consideró que la amnistía desbordaba el marco constitucional.

¿A que se debe el cambio de posición? Sánchez ha defendido que hay que hacer "de la necesidad virtud". Las elecciones generales del pasado 23 de julio, ha explicado, lo cambiaron todo, ya que sus socios potenciales (de Sumar a Junts, pasando por ERC, el PNV y Bildu) defienden la amnistía del procés

Pero Sánchez ha ofrecido otro motivo: el resultado de los comicios en Cataluña, donde el PSC fue primera fuerza, obteniendo 19 diputados y logrando más votos que todos los partidos independentistas juntos. Ese desenlace, ha explicado, "prueba" que la política territorial desplegada en Cataluña, empezando por los indultos a los líderes independentistas condenados por el referéndum del 1-O, han "tenido un efecto mayor del que podía suponerse". Es decir, lejos de alimentar al independentismo, como acusa la derecha, las iniciativas de "reencuentro" sirven para que el apoyo a estas formaciones descienda, según su tesis. Así que la amnistía, ha concluido, también debe aprobarse "en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la convivencia entre españoles". 

Sánchez se ha servido en varias ocasiones de los indultos, aprobados en 2021, para impulsar ahora la amnistía. Los primeros, ha argumentado, "desinflamaban, pero no resolvían el problema". El carpetazo judicial que el PSOE negocia ahora con republicanos y posconvergentes, y que según fuentes de todas las partes implicadas ya se encuentra diseñado casi por completo, supondrá el "reencuentro total", pero, ha dejado claro, "no es un fin en sí mismo".

"Es un medio para avanzar en la convivencia", ha añadido el líder socialista, que aquí ha pasado a dirigirse a quienes dudan de este mecanismo. Entre otros, una parte importante del electorado socialista, que hasta las elecciones de julio había escuchado cómo Sánchez rechazaba la amnistía por ser "inconstitucional",

, y algunos de los actuales líderes territoriales, como Emiliano García-Page

"Nos hallamos ante un paso discutible, yo lo sé, como lo fueron los indultos. Y entiendo a quienes sienten ese desgarro. Me hago cargo de ello, pero nuestra responsabilidad es dar ese paso porque no podemos dejar que el pasado nos cierre las puertas al futuro. Existe una amplia mayoría en el Parlamento que secunda esta iniciativa. Con acuerdos y con generosidad es como nos hacemos más fuertes. Con la amnistía haremos que muchos catalanes se vean más identificados con nuestro proyecto común, que es España", ha dicho Sánchez.

Evitar la repetición electoral

Pero Sánchez también ha ofrecido otro tipo de motivos, mucho más utilitaristas. La amnistía, ha señalado, "es condición para un Gobierno de progreso que evite uno del PP y Vox". Sin ella, habría que repetir elecciones, al ser imposible el pacto con el independentismo catalán, ha subrayado el presidente en funciones durante el comité federal que aprobará la consulta para que los militantes avalen expresamente el reciente acuerdo de coalición con Sumar e implícitamente la amnistía. "¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?", señala la pregunta elegida por la dirección del PSOE, diseñada para que Sánchez tenga carta blanca en las negociaciones. En la votación, que comenzará el lunes y se prolongará durante toda una semana, el líder socialista espera un respaldo "muy importante" por parte de las bases. 

A partir de ahí, los acuerdos con las formaciones necesarias para la reelección de Sánchez (ERC, Junts, Bildu, el PNV, el BNG y quizá también Coalición Canaria) se presumen inminentes. Irán "en cascada", resumen los colaboradores del presidente. Su deseo es que el debate de investidura tenga lugar en la segunda semana de noviembre, pero de momento no se atreven a fijar fecha para que el partido de Carles Puigdemont, el más reacio al acuerdo, se vea excesivamente presionado. 

Los socialistas, en cualquier caso, se muestran cada vez más optimistas sobre la reelección de su secretario general al frente del Ejecutivo. A pesar de la complejidad del escenario, y de que la amnistía en sí misma no suscita ningún entusiasmo en los territorios socialistas, no se espera que este comité federal, que transcurre ahora a puerta cerrada tras el discurso en abierto del presidente en funciones, sea abundante en críticas al secretario general. Esos tiempos pasaron una vez que Sánchez recuperó en 2017 el liderazgo del PSOE. Ahora nadie discute su autoridad. Aun así, García-Page ha tomado la palabra para exponer su oposición a la amnistía. El presidente de Castilla-la Mancha, uno de los escasos mandatarios autonómicos socialistas que conservó el poder en las elecciones del 28 de mayo, ha explicado, según fuentes de su entorno, que la medida no solo tiene un difícil encaje en la Constitución, sino que "choca" con el proyecto político del partido. También ha vaticinado que gobernar en esta legislatura, marcada por la dependencia casi absoluta del independentismo catalán, será una "tortura". El expresidente valenciano, Ximo Puig, le ha contestado poco después. La "tortura", ha dicho, sería un Ejecutivo del PP y Vox.  

La inmensa mayoría de los líderes territoriales socialistas son conscientes de lo arriesgado de la apuesta. También el primer secretari del PSC, Salvador Illa. Pero creen que no hay más alternativa. "Quien no quiera tener un accidente, que no conduzca -ha argumentado Illa, según fuentes presentes en el encuentro-. Quien no quiera tomar decisiones que no se dedique a la política".